El presidente electo Luis Abinader corregiría una de las más graves distorsiones del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) si a más tardar en diciembre consigue, como ha anunciado, que todos los nacionales cuenten con su seguro de salud.
Cuestiona el sistema que todavía a estas alturas más de dos millones de personas carezcan de acceso a los servicios hospitalarios por no disponer de los recursos para un seguro médico.
Abinader, que ofertó la cobertura en su campaña electoral, avanzó más detalles al señalar que los recursos para beneficiar al 10% de la población excluida de la seguridad social se obtendrán de la eliminación y fusión de entidades innecesarias.
Pero además de la encomiable decisión las próximas autoridades tendrán que velar para que el Seguro Nacional de Salud (Senasa) y demás entidades relacionadas con la seguridad social cumplan su misión.
Son muchas las quejas con los servicios y la desinformación de los usuarios del sistema. Serviría de muy poco la universalización de la cobertura si no se garantizan las atenciones que demandan los usuarios.
Es obvio que el primer paso es la incorporación, pero los complementarios, no pueden soslayarse.
Antes de asumir las riendas del Estado ya Abinader se anota un tanto con una decisión tan justa como la de incorporar al Seguro Familiar de Salud a las personas que por su precaria condición económica o alguna otra razón carecen de esa prerrogativa. Aunque en definitiva no haga más que cumplir con la ley