Katherine Motyka, Ceo de la fundación Jompéame.
Se escucha mucho decir que la sensibilidad y la bondad se han ido extinguiendo ¡Pero no! Aún hay mucho corazón en el ser humano, mucho amor para dar y muchas personas con la misión de hacer lo posible para que el semblante del prójimo cambie esa tristeza por felicidad.
Todos, en algún momento hemos llorado por los casos presentados por la fundación Jompéame, y posteriormente sonreído de alegría, al ver que con sus gestiones y la ayuda de todos, un ciudadano puede vivir en condiciones más humanas o recibir el tratamiento médico que necesita.
Detrás de esta institución sin fines de lucro hay rostros que se levantan cada día con el único propósito de cambiar vidas, y promover la generosidad, dándoles la oportunidad a otras personas que también tienen el deseo de ayudar, pero que no pueden hacerlo a gran escala, de aportar a estas transformaciones.
Aunque elige mantenerse con un bajo perfil, pues prefiere que las familias sean las protagonistas, les presentamos a Katherine Motyka, Ceo de Jompéame. Una joven de 25 años digna de la admiración de todos, apasionada del servir, fiel creyente de que “dar es como recibir”, y al igual que su equipo y las personas que apoyan las causas, propietaria de un enorme corazón.
“Esto no fue planeado, tenía un proyecto que terminó siendo filantrópico, pues iniciamos ayudando casos puntuales y me enamoré de ese camino, empecé con una causa a la vez, la resolvía, después otra y otra, hasta el sol de hoy”, explica la ingeniera industrial egresada del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) y segunda mujer dominicana en ser aceptada en la Universidad de la Singularidad, NASA, al ser entrevistada por Que Pasa.
Han pasado casi 8 años del nacimiento de esta primera plataforma de recaudación en línea para causas sociales en República Dominicana, y gracias al arduo trabajo de este equipo de seis personas, desde octubre del 2015 han recaudado más de RD$20,000,000 para hacer posible más de 300 causas, con la ayuda de más de 11,000 donantes, impactando a más de 6,000 personas.
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“Me siento bien al poder ayudar. Pero no lo hago sola, tengo un equipo y una comunidad de personas que nos apoya, que nos dona. Ayudar es realmente bonito y eso me llena”, manifestó.
Para Katherine, quien es una incansable trabajadora, responsable, y se ha dedicado 24/7, en cuerpo y alma a las causas sociales que llegan a Jompéame, manifestó que “lo más difícil de dirigir una fundación es no poder ayudar a todos.
Sonará extraño, pero a mí me cuesta mucho no poder ayudar a las personas, como espera ser ayudada, pues a veces los recursos son limitados”.
Motyka quien solo hace unas semanas fue reconocida con el mayor galardón del Premio Nacional de la Juventud 2023, destacó que en este proyecto “hay mucho corazón”.
