Tuve el privilegio de participar en la toma de posesión del nuevo ministro de Deportes, Kelvin Cruz. El joven ministro inicia una etapa crucial, no solamente para el deporte dominicano, sino para su propia carrera política que, hasta el momento, ha sido construida de resonantes éxitos. Ahora le tocará dirigir una institución complicada, pues debe impactar positivamente en toda la geografía nacional con un exiguo presupuesto.
Uno de los grandes aciertos de Nicolás Maquiavelo, fue considerar la prudencia como modelo de virtud. En lo personal, me pareció que el nuevo incumbente de la cartera, se manejó con mucha prudencia al recibir las riendas del deporte, incluso, hasta para responder las preguntas de los periodistas.
El hecho de pasar de ser alcalde reelecto con casi un 80 por ciento de los votos en el municipio de La Vega para ser ministro de Deportes, tiene connotaciones trascendentes, pues hay muchas cosas en juego.
Tengo varios años tocando los temas del Ministerio de Deportes, y aunque el nuevo ministro, Kelvin Cruz, no me lo ha solicitado, procedo a darle algunos consejos en procura de que él pueda salir airoso. Pienso que él debe partir del escenario real que deja el amigo Francisco Camacho: sus luces y sus sombras. Es ponderable que entre el 2021 y 2024, la gestión que finaliza Camacho, obtuvo 370 medallas, en eventos de juegos olímpicos, panamericanos, Centroamericanos, bolivarianos, caribeños, entre otros. De igual manera, debe discutirse con seriedad, si ese Ministerio resiste invertir más de 6 mil millones en deportes de alta competencia como aconteció en este ciclo olímpico.
El liderazgo que pueda desarrollar Kelvin Cruz, dependerá de su capacidad para socializar y conectar con todos los sectores progresistas del deporte. Hacer conciencia de que muchos líderes han fracasado por querer ayudar amigos incompetentes. Su mejor amigo será el que tenga la capacidad real para ayudar, los que propongan proyectos a favor del deporte, no los que sólo preguntan: ¿Y lo mío?
El presidente Abinader le ha brindado la oportunidad de su vida a Kelvin, para que pueda establecer una política deportiva de Estado, tal y como la tiene Jamaica: invertir en las disciplinas que tengan más modalidades para aportar medallas: comenzando con el atletismo.
Debe venir un diálogo nacional sobre el deporte, fomentar más el deporte recreativo, dar seguimiento al proyecto Indómita RD para llevar el deporte a las escuelas y finalmente, devolver el poder a los clubes deportivos y culturales, quienes representan la base de la pirámide olímpica.
Finalmente, pienso que será una lección de vida para el flamante nuevo ministro, tener que escuchar a ‘’amigos’’ de Camacho, hablar ahora sandeces en contra de su exjefe. Caray.
Por: Ramón Rodríguez
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