Repetidas opiniones públicas concernientes a las edades de candidatos aspirantes a posiciones electivas con miras a los comicios del 15 de mayo del 2016, me obligan a plantear algunas reflexiones concernientes al tema. Por respeto al lector, he echado un vistazo a las edades de dirigentes políticos nacionales y extranjeros, que trato de conjugar con mis conocimientos básicos sobre las abismales diferencias en las actitudes de los individuos conforme a sus rangos etarios.
Si hablamos de desempeño político, equivalente a desempeño dirigencial, gerencia 1, empresarial o de profesiones que no requieren condiciones físicas ideales, las edades más avanzadas (mayores de 60 años representan una fortaleza en vez de una debilidad. Esto así porque el cerebro al madurar a base de la experiencia pareciera hacerse más elástico o flexible.
En otras palabras, tendríamos a sujetos con actitudes menos rígidas, condición casi indispensable para el éxito cuando se trata de trabajar con personas y muy especialmente para dirigir a grandes grupos humanos.
Por el contrario, si nos referimos a desempeño físico e intelectual combinados, por ejemplo un cirujano o un abogado litigante, quienes deben pasar largas horas sentados o de pie realizando una labor que integra destrezas físicas y actividad cerebral especializada al mismo tiempo, la edades intermedias de la edad adulta (40-60 años) representan una excelente fortaleza.
El último grupo de edades a mencionar, serían los más jóvenes (18-40 años) donde están todos los buenos para los deportes y la mayoría de las artes. Para triunfar requieren de gran disciplina y obediencia para dejarse conducir por otros, debido a que sus cerebros menos elásticos los inducen a actitudes excesivamente rígidas y arriesgadas, tomando atajos y violentando las reglas, entendiendo que solo ellos tienen la razón y que deben ser el centro de atención del universo.
Retomando el título de este escrito, La Edad y el Desempeño Político, la fortaleza está en los más viejos y no en los más jóvenes. Como soporte, demos una miradita a los precandidatos presidenciales de nuestro referente, Los Estados Unidos de América, donde la precandidata puntera por el Partido Demócrata, la Señora Hillary Clinton, tiene 67 años; Jim Webb, también de los demócratas tiene 69 años; Donald Trump, precandidato republicano tiene 69.
Bernie Sanders, también republicano, tiene 73.
En el contexto local, vemos que el presidente Medina, dentro de tres meses cumplirá ’64, si aspirara en el 2020, tendría 69 y creo que nadie le regatearía su edad; el ex presidente Mejía, fue precandidato presidencial un par de meses atrás, tiene 74 años y nadie le enrostró su edad para postularse.
El ex presidente Fernández, quien está entre los excepcionales que han llegado al poder antes de los 45, al día de hoy tiene 61 años y de aspirar en el 2020, tendría 65, su edad sería una fortaleza y es muy probable que su desempeño como jefe de gobierno entre los 66 y 70 años, le sirva para reivindicar errores que habría cometido en sus anteriores gobiernos• cuando era más joven.