A cinco días de la celebración del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), no se observan en Estados Unidos indicios de solución o salida a la crisis postelectoral que retrasa el inicio del proceso de transición hacia el cambio de inquilinos de la Casa Blanca, que debe realizarse el 20 de enero.
El presidente Donald Trump centra su tiempo en afirmar que ganó las elecciones, pese a que Joe Biden acumula ya 36 votos electorales por encima del mínimo requerido (270) y lo aventaja con más de cinco millones de sufragios populares.
Trump ha prohibido que desde la Casa Blanca se ofrezca información a Biden en su condición de virtual presidente electo y, para agravar aún más la situación, dispone la cancelación de funcionarios que no comparten su criterio sobre fraude.
A la par con la controversia motorizada por el presidente de Estados Unidos, la pandemia de la covid-19 rebrota en casi todos los estados lo que podría expresarse en una recaída de la economía, especialmente por el lado del desempleo, debido al cierre de actividades productivas en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y en otras de la Florida.
Ese difícil cuadro político, institucional, económico y pandémico se refleja negativamente en la economía dominicana con disminución posible en las remesas, turismo, inversión y exportaciones.
La única luz que sobresale entre tan densa humareda es la del anuncio de dos firmas farmacéuticas que han logrado sendas vacunas contra el coronavirus, que no serían distribuidas este año, por lo que las autoridades sanitarias prevén que antes de su aplicación la cifra de fallecidos en Estados Unidos superaría los 400 mil.
A causa de esa crisis, el Congreso y la Casa Blanca no se ponen de acuerdo para liberar fondos de subsidios a trabajadores, pequeños empresarios y familias afectadas por la pandemia, lo que significa que miles de dominicanos residentes en USA no recibirían ese dinero, parte del cual remesan a República Dominicana.
Gobierno y sector productivo deberían cruzar los dedos a la espera de que el presidente Trump entre en razón y acepte la incontrovertible realidad de que Joe Biden fue elegido como el 46avo presidente de Estados Unidos, para que se disipe una humareda que ya se alcanza ver desde esta tierra insular.
