Opinión Carta de los Lectores

La OEA

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Cartas

La llegada de un nuevo secretario general a la Organización de Estados Americanos no levanta puertas a la esperanza. Robert Ramdin es un diplomático conservador, apegado a la línea actual de este organismo.
Hace falta una institución continental que luche por la paz y el desarrollo de estos pueblos, y no que tenga la línea de seguimiento incondicional a las directrices de los Estados Unidos.

El saliente secretario general nunca tuvo una declaración progresista y de buscar mejorías para el continente. Se empantanó en la crisis de Venezuela y vertió calumnias acusando a República Dominicana de racista.

En su carta de presentación, Ramdin dice que va luchar para mantener al organismo dentro de la línea del diálogo y buscar soluciones a los problemas y enfrentamientos que puedan darse en el continente.
Habla de unidad e independencia y que mantendrá abiertas las áreas del entendimiento y la concordia. Si conocemos lo que la OEA ha sido por años, esto no pasa de simple retorica. Tiene que haber una mayor independencia de los Estados Unidos.

Cuando hay coyunturas que necesitan de posiciones de fuerza, la OEA está incondicionalmente de parte de los deseos norteamericanos, y ello ata su credibilidad y responsabilidad.

Luis Almagro nunca trató de ejercer una independencia de criterios, y de respetar las líneas democráticas de gobiernos progresistas de la región. Ahora, se deben desmontar criterios arcaicos, y lanzar a la OEA a ser una verdadera defensora de la libertad y la democracia.

Los dominicanos, siempre que se sienten aires de renovación democrática por estas tierras, han tenido enfrentamientos con la OEA, sobre todo en la evaluación del caos de las deportaciones de los migrantes haitianos.

No se olvide que en más de una ocasión organismos de las La OEA y las Naciones Unidas llegaron a proponer o insinuar que debido a la crisis haitiana se debían establecer campamentos de refugiados en el país.

Por suerte los últimos gobiernos han rechazado permitir centros de refugiados haitianos en el país, o ser parte de las medidas para llevar de nuevo la democracia en Haití. Un tema interno se tiene que resolver del otro lado de la frontera.

Ahora la OEA tendrá zonas calientes, las cuales Ramdin tendrá que hacerle frente desde el primer día de su llegada a este organismo. Deberá definir una política en torno a la virtual guerra civil de baja intensidad haitiana.

Por: Manuel Hernández Villeta

El Nacional

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