Editorial

La otra verja

La otra verja

El presidente Luis Abinader aseguró ayer que la frontera está “totalmente asegurada” con el operativo militar puesto en marcha el miércoles, además de ofrecer seguridades de que dentro de tres meses se iniciará la construcción de la verja perimetral fronteriza con Haití.

Las declaraciones del mandatario, ofrecidas durante una visita a las instalaciones del Batallón Cazadores de Constanza, transmiten alivio en una población que ha incrementado su preocupación sobre los niveles de seguridad en esa franja limítrofe después del magnicidio contra el presidente de Haití, Jovenel Moïse.

Se interpreta como deber y obligación del Gobierno aplicar las medidas necesarias o pertinentes de prevención o garantía de seguridad a lo largo de los más de 380 kilómetros lineales de la frontera ante cualquier situación de convulsión política o social que se escenifique en el vecino país.

Además del riesgo de violencia y caos, República Dominicana debería blindarse contra el peligro sanitario que representa la muy baja o insignificante incidencia de vacunación en Haití contra la covid-19, lo que incidiría en un posible rebrote epidemiológico en las poblaciones fronterizas, suroeste y Línea Noroeste.

Es por eso que se solicita al presidente Abinader disponer de programas de vacunación intensa y extendida que abarquen a las cinco provincias de la franja fronteriza y a las ubicadas en el suroeste, donde sean inoculados todos los residentes nativos o extranjeros.

Sería de mucho beneficio en el orden epidemiológico que ese programa de vacunación incluya a todos los asistentes a los mercados binacionales, incluidos asiduos compradores o vendedores procedentes del otro lado de la frontera, como forma de tender un efectivo blindaje sanitario.

El inventario de vacunas adquiridas por el Gobierno permitiría reforzar los programas de vacunación que se llevan a cabo en esas zonas de la geografía nacional, donde a través del esquema de alianza público privado se proyectan inversiones por centenares de millones de dólares y pesos que impactarán en el turismo, industria, energía, puertos y aeropuertos.

Satisface saber que la frontera dominico haitiana está “totalmente segura” y que en tres meses se inicia la construcción de la verja fronteriza, pero se requiere también blindar esa franja territorial contra la covid-19 para garantizar la vida y la economía.

El Nacional

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