La pelea en el Gobierno Manuel Fermín La pelea se dará en el PRM y el Gobierno por los cargos y los partidos aliados, la selección del candidato, y porqué no: las cuentas públicas, adversario que somete al oficialismo a tremendo estrés presupuestario y que parece no suelen asustar al Gobierno vistas las turbulencias que generan la deuda y el déficit. Se habla de un intento serio de recortar el gasto público y aunque se hagan alardes de tijeras de los puntos del Presupuesto donde se puede meter las manos ampliamente, las dudas quedan.
Es innegable que los nombramientos suceden por lento goteo y por esta razón se pone en evidencia la inspiradora historia de la bravuconería estridente para salir premiado en esta suerte de lotería en que terminan los gobiernos surgidos como este.
Es decir, callar la cólera sectaria y la torrentera verborreica utilizada para lograr los cargos. Pero esta vieja práctica tiene un alto costo y se reducen las posibilidades de complacer a tantos, y como para mandar una señal de calma el Presidente designó al líder de Justicia Social en un importante cargo aún el PRM haberle otorgado ganancia en 12 alcaldías, 32 concejales y 10 vice alcaldías, lo que genera disgustos en dirigentes que vienen luchando por accesar a los cargos.
Esta gente entiende que ya se entregó demasiado, y los demás aliados observan que se agotan las oportunidades. Sin embargo, la selección del candidato presidencial es otra de las dificultades, y al mismo tiempo uno de los retos más importante para la familia política oficial.
Este problema no es nuevo, es verdad. Pero adquiere hoy especial complejidad pues los posibles aspirantes presentan muchas debilidades en la representatividad y, por tanto, peligra la continuidad vista la desobediencia y el empecinamiento que suelen sacar cabeza en circunstancias políticas como estas. Estas son las debilidades que se abisman en su contra porque terminan en la división. Ojalá el liderazgo de Abinader logre imponerse y evite la inestabilidad y, por ende, tensión en la nación.