Al neurólogo José Silié In memoriam…
I de III
La vida de un humorista y la de un payaso se parecen, pues esconden muy bien sus penas.
El psiquiatra vive toreando la tristeza a pesar de que busca generar en su atendido: equilibrio, armonía y la ansiada felicidad.
La risa suele aparecer a los 4 meses de nacido (Sroufre y Walters 1976), pero la expresión facial conocida como sonrisa está presente entre la primera y la segunda semana de vida; como respuesta a las caricias cutáneas de la madre.
Aunque los niños no pueden decirnos que es lo que realmente sienten, una abundante literatura ha estudiado el fenómeno.

En 1872 Charles Darwin presento observaciones pioneras en su obra: La expresión de las emociones en los humanos y en los animales”.
La risa y la sonrisa se estructuran y complejizan con el desarrollo del Sistema Nervioso Central y con las variaciones de las expresiones faciales.
Liseaux y Choadon investigadores franceses del fenómeno plantean la existencia de tres niveles en la producción de la risa:
a) Un nivel que parte de la corteza cerebral donde se elabora y controla la risa ( frontal, temporal y sistema límbico) “fue tanta la risa que casi me muero”..
b) Nivel bulbo protuberancial.- en donde ocurre un disparo sinérgico que incluye: él nervio facial, los núcleos motores y el vago o neumogástrico. Esto provoca la contracción de la cara y de los músculos del tórax ( “ un jipio”), y
c) Nivel Hipotalámico, asiento estructural de complejas reacciones bioquímicas y expresiones emocionales primarias. Como observan hemos venido descendiendo en la arquitectura del SNC.
d) En síntesis:
La risa arranca en la corteza cerebral, se elabora en la parte posterior del hipotálamo y se ejecuta en el tronco cerebral.
La Risa es una pauta humana, universal, no influida por la raza , ni por el medio ambiente.
El humor, lo cómico, lo agradable, lo satisfactorio, y ciertos estímulos físicos, “hacer cosquillas”, incluso ciertos recuerdos agradables detonan la risa y la sonrisa.
Por: César Mella
cesarm2@codetel.net.do