Chicago (EE.UU.)(EFE).- El béisbol estadounidense rompe un tabú. A partir de la temporada 2023, los Padres de San Diego lucirán el nombre de la compañía tecnológica Motorola en las mangas de sus uniformes. Su acuerdo comercial es inédito en las Grandes Ligas y el comienzo de una nueva tendencia.
La NBA ya gana más de 200 millones de dólares anuales gracias a estos patrocinios, que también llegarán a la NHL de hockey a partir de 2023.
El murciélago símbolo de Motorola aparecerá en las mangas de los jugadores de los Padres, el primer equipo en los casi 120 años de historia de las Grandes Ligas en vender un espacio de su uniforme a un patrocinador, tras un acuerdo anunciado el martes.
El antesalista dominicano Manny Machado, uno de los grandes líderes de los Padres, fue elegido como modelo para anunciar este patrocinio, que puede abrir nuevos horizontes comerciales para el futuro de las Grandes Ligas.
Motorola, empresa con cuartel general en Chicago y una de las líderes en producción de aparatos tecnológicos, también lucirá su nombre en varias zonas del Petco Park, la casa de los Padres.
“Formar parte del uniforme de los Padres de San Diego representa un hito clave para la marca Motorola y estamos ilusionados por colaborar con los Padres y los aficionados al béisbol para un acuerdo inédito en la historia de las Grandes Ligas”, aseguró Rudi Kalil, vicepresidente y director general de Motorola en Norteamérica.
Y es que vender espacios publicitarios en los uniformes estaba prohibido por las Grandes Ligas hasta el pasado agosto, cuando se aprobó un nuevo acuerdo que sí da derecho a las franquicias negociar contratos con patrocinadores y lucir publicidades, siempre que la directiva de la MLB dé el visto bueno.
Este cambio ya permite a las franquicias negociar acuerdos comerciales, aunque estos deberán entrar en vigor a partir de la temporada 2023.
ENTRE 7 Y 20 MILLONES ANUALES EN LA NBA
Si en Europa los clubes de fútbol ya llevan cerca de 50 años vendiendo espacios de sus camisetas a sus patrocinadores, en Estados Unidos esta barrera se derrumbó en 2007, con la MLS (Primera División de fútbol) como protagonista.
En un país maestro en aprovechar al máximo las oportunidades de negocio, como es evidente, entre otras cosas, con los nombres de los estadios, existía una tendencia a considerar sagrados los uniformes de las franquicias.
La MLS rompió esta costumbre hace quince años y la NBA lo hizo a partir de la temporada 2017-2018, cuando permitió a los equipos colocar en sus uniformes una pequeña publicidad en el lado izquierdo del pecho. Se estima que este negocio generó un beneficio de 225 millones de dólares a la NBA y que cada franquicia firmó contratos que oscilan entre los siete y los veinte millones de dólares anuales, según los medios estadounidenses especializados.
Los Ángeles Lakers, una de las franquicias más mediáticas de la historia de la NBA, firmó el pasado otoño un acuerdo de cinco años con Bibigo, una empresa surcoreana, por una cantidad que ronda los 100 millones de dólares, según Los Ángeles Times.
En la NHL, la liga profesional de hockey estadounidense, se permite lucir publicidad en los cascos de los jugadores y los Washington Capitals hicieron historia en septiembre de 2021 al anunciar un acuerdo con una conocida casa de apuestas para que su nombre aparezca en la camiseta del equipo a partir de 2023.