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Las madres, la crianza y el eterno sentimiento de culpa

Las madres, la crianza y el eterno sentimiento de culpa

Santo Domingo.-  El sentimiento de culpa es algo que todas las madres sentimos cuando queremos hacerlo bien. Es una pena, una angustia, que muchas veces te suspende por segundos la respiración y te deja en el peor de los desánimos.

En ese momento piensas que tu hijo no está bien sin ti, que tu ausencia le puede ocasionar cualquier accidente y que la persona que lo cuida cuando no estás a lo mejor no lo está haciendo bien.

Este sentimiento es protagonista junto con la crianza, afirma la doctora Ana Simó, terapeuta sexual, familiar y de pareja.

“Por más que le dé a sus hijos, la madre siempre tiene sentimiento de culpa y este es dado por la sociedad que impone que debe estar atenta, poniendo caso a todo y no puede dejar pasar ninguna”.

La también directora del Centro Vida y Familia agrega que aunque le dedique mucho tiempo a los hijos y sea madre presente, ese sentimiento siempre está, y más cuando la madre comienza de nuevo a asumir su rol en otras áreas, como la laboral o de pareja, pues siempre entiende que le debe dar más tiempo a los hijos.

“Cuando los hijos están ya de más de dos años y la madre comienza a hacer actividades fuera de la casa, como ejercicios, o salir con algunas amigas, siempre dicen que se le hace difícil concentrarse porque piensan en sus hijos. Que les van a hacer falta y nadie hará las cosas como ellas las hacen”, ejemplifica.

Ana Simó terapeuta sexual, familiar y de pareja.

Simó afirma que por eso vemos madres con altos niveles de irritabilidad, con un agotamiento que no se les quita, porque no se saben desconectar de ese rol para conectarse en otro y entienden que hay que ser madre 24 horas. Y -dice- no es que no se sea madre, pero debe aprender a desconectarse.

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“La mujer puede hacer otras actividades para eso mismo, para que no se sienta que todo el tiempo lo dedica a los hijos y darse cuenta de que a pesar del cuidado de ellos, de que tengan una cierta dependencia de uno, se pueden hacer otras cosas, como descansar”.

La terapeuta concluye que muchas madres tienen un chip de que desde que tienen hijos no deben descansar, porque eso indica que no están atentas y en ese sentido su círculo muchas veces no las ayuda pues sus madres, las amigas y personas cercanas le repiten: “tienes que ponerte en esto, además de tienes que verte bien, te estás descuidando”.

Son muchos los frentes que tiene una madre, los que pocas veces ayudan, y más bien le aumentan la presión y no ayudan en su proceso, concluyó la terapeuta.