Ha causado revuelo entre los defensores de la Patria, la propuesta de otorgar la nacionalidad a unos 500 mil haitianos ilegales, en virtud de la ley 169-14 que instituye el Plan de Regulación de los extranjeros que viven en el país sin documentación legal, una normativa, a todas luces contraria a la Carta Magna, en abierto desacato de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, que estatuye quienes pueden ostentar la condición de dominicanos, una decisión que es vinculante a todos los poderes del Estado.
Pretender regalarle la nacionalidad a 497 mil 825 haitianos, sería un atentado a la soberanía, y poner en manos de los habitantes del vecino país, los destinos de la República, pues les facultaría participar en elecciones municipales, congresuales y presidenciales, ejerciendo el derecho al voto, dotado de status ilegal, pero revestido de una legalidad concedida por el gobierno central, violando múltiples disposiciones contempladas en un conjunto de reglas que prohíben tales desvaríos, estimulados por dominicanos pro haitianos, negadores absolutos de los pensamientos de Duarte y sus compañeros que lo acompañaron en la epopeya histórica de la independencia nacional.
Antes de despedirse del poder, el expresidente Danilo Medina le regaló la nacionalidad dominicana a 750 haitianos, sin tener los requisitos legales, conforme certificaciones que obran en poder de quien escribe, y donde se comprueba que ninguno aportó actas de nacimiento ni papel de buena conducta ni siquiera una condición de arraigo para obtener cualquier permiso migratorio.
En Haití no hay registro civil, por lo que la mayoría de sus habitantes son apátridas dentro de su propio territorio, y ahora se promueve el desatino de que la República Dominicana dote de identidad a personas que no tienen ningún documento de identidad, una responsabilidad que es exclusiva de las autoridades del Estado fallido que dirige la parte occidental de la isla.
La solución de los problemas haitianos está en Haití.
Haití para Haití, proclamó el presidente Luis Abinader, haciendo hincapié en que la catastrófica situación de nuestros vecinos, debe ser resuelta por sus habitantes y la ayuda internacional que recibe esa nación de algunos potencias que desoyen los llamados de los gobiernos dominicanos para que desistan de sus planes de echar esa terrible carga a un país empobrecido como el nuestro, pero con metas fijas para salir del subdesarrollo.
Al parecer, hay un entramado incógnito y subrepticio para darle una estocada mortal a la Patria, conspiración que se desarrolla por etapas, empezando con legalizar la presencia haitiana y estimular la violencia irracional contra los dominicanos, cono lo prueban numerosas agresiones, tanto a militares como a civiles, lo que debe alertar a los que aman a la Patria y nunca olvidar lo que dijo Winston Churchill: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”.
Por: Hugo A. Ysalguez
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