Por: Ramón Rodriguez
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Al maestro Jorge Luis Borges, una vez se le preguntó sobre los jóvenes escritores y habló maravillas de Gabriel García Márquez y su novela: ‘’ Cien años de soledad, sin embargo, dijo ‘’no conocer’’ a Mario Vargas Llosa.

El escritor peruano, Nobel de Literatura, alega que el vate argentino, maestro del cuento, nunca le perdonó que él revelara, luego de una entrevista que le hizo, que, en el comedor de la casa de Borges, caía una gotera, que vivía en una modesta casa con dos cuartos y para resaltar aún más su humildad, hizo público que autor de Aleph, tenía todas clases de libros en su biblioteca, menos sus propios libros.

Releer ese pasaje tan aleccionador como conmovedor, me llevó a cumplir la tarea, tantas veces iniciada, de escribir un artículo, resaltando la excepcionalidad de Leo Corporán, editor deportivo de ‘’El Nacional’’ y líder histórico del Club Mauricio Báez.

Sé que se va a molestar, pues en muchas ocasiones me ha solicitado no publicar algunos escritos sobre su legado a la sociedad. ‘’Asumo las consecuencias’’, pero en momentos en que la sociedad dominicana se descompone moralmente, es un deber dar a conocer a las nuevas generaciones, a personas como Leo Corporán, quien ha entregado su vida para ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio.

Habiendo compartido con todos los presidentes de la nación en los últimos 50 años, y con la oportunidad de vivir como un ‘’príncipe’’, Leo ha sabido levantar la bandera de la honestidad y dignamente se ha mantenido viviendo en una humilde casa de Villa Mella, bajo goteras ocasionales.

Desde muy joven, militó en la Línea Roja del 14 de junio, queriendo ‘’tomar el cielo por asalto’’. En ese intento, perdió a muchos amigos, pero la vida le dio la oportunidad de edificar, sobre roca y no sobre arena, el emblemático Club Mauricio Báez y la Fundación Mauricio Báez, instituciones que ofrecen al país: educación, salud, deporte, arte, cultura y que han realizado una labor extraordinaria en el proceso de vacunación contra la COVID- 19.

Don Leo Corporán es una persona querida y respetada en el país. Por su modesta forma de vivir, en él se aplica, lo que dijo una vez el maestro Borges: ‘’Es tan triste el amor a las cosas y las cosas no saben que uno existe’’.