Si bien fue retirado por el Gobierno, con la respuesta del expresidente Leonel Fernández al canciller Roberto Álvarez retorna el debate en torno al proyecto de ley integral sobre trata de personas, explotación y tráfico ilícito de migrantes.
Tratándose de un evidente emplazamiento el ministro de Relaciones Exteriores parece obligado a revelar los datos y detalles que prometió sobre la supuesta manipulación con fines políticos y espurios de la polémica pieza.
Álvarez señaló que las críticas de Fernández al proyecto ocultaban falsedades e hipocresías. Pero el exmandatario, antes que dejar pasar la amenaza optó por un paso al frente.
Tras indicar que nadie está en desacuerdo con la debida protección a las víctimas de trata de personas, Fernández indicó que en torno al proyecto existía el peligro de convertir a los migrantes irregulares en víctimas e impedir al Estado ejercer su derecho soberano de deportación.
Puedes leer: Escarceo ley trata: No se apaga
Fernández, en un artículo en Listín Diario, dice que el canciller se descalifica al tratar de descalificarlo, dado que en 2007, cuando el acuerdo se suscribió, era quien ejercía la presidencia de la nación.
La comisión interinstitucional que se creó para discutir el acuerdo surgió, de acuerdo con el exgobernante, de la convención contra la delincuencia y sus protocolos celebrada en 2000.
Al margen de señalamientos que pueden ser personales el intercambio es importante para edificar a la población y aflore la verdad.
