Opinión

Libros y lecturas

Libros y lecturas

Una primavera para el mundo
La publicación del más reciente libro de René Fortunato, “Una primavera para el mundo”, ha provocado la entendible reacción de los hijos del poeta René del Risco Bermúdez. Minerva y Ernesto del Risco han planteado, en una carta al presidente Danilo Medina, su queja sobre lo que consideran una violación del derecho autoral, en un libro en que no está reconocido el crédito.

Para el caso de unos hijos que deben defender el patrimonio legado por su padre, es perfectamente entendible que se hayan pronunciado en esa dirección, sobre todo por el valor que tiene, poéticamente hablando, la obra de René del Risco y ese poema en particular, que se escribe a partir de lo que representó el más importante hecho social del pasado siglo, la Revolución Constitucionalista y cuyo texto, dice:

“Una primavera para el mundo-Ven que contigo quiero comenzar un sueño que no acabará.
No, no temas al tiempo que la luz del sol no se apagará. Voy a enseñarte lo hermoso que es el amor, cada piedra será una flor, cantaremos a un nuevo sol.

No ya no hay sendas que puedan volver atrás, atrás.
La alegría de un mundo mejor vendrá, vendrá.

Dar sonriendo la mano y seguir, seguir, seguir. Gloria y fiesta es la vida cuando hay amor, amor.
Ven levanta tus ojos a los cielos rojos del amanecer.
Hoy en la tierra entera una primavera puede florecer.
Deja que el viento se encienda con tu rubor, pinta el mundo con su color y cantaremos a un nuevo sol.
No ya no hay sendas que puedan volver atrás, atrás.
La alegría de un mundo mejor vendrá, vendrá.
Dar sonriendo la mano y seguir, seguir, seguir.
Gloria y fiesta es la vida cuando hay amor, amor”.
ooo
La situación es enojosa y parece estar originada, más que en una actitud de plagio o usurpación, en un descuido editorial, que debe ser conversado y reconocido por Fortunato en una conversación directa y franca y sin intermediarios, con los parientes del poeta, para proceder a una declaración pública del cineasta y escritor que reivindique ese crédito y zanje el diferendo.

La intención debe ser la de hacer resalto de la obra de Del Risco Bermúdez, y que es reivindicada con justicia por sus hijos.
Y para ello, bastará con ponerse de acuerdo, tomando las medidas necesarias para que ese crédito sea validado para la posteridad.

Y, de paso, aprovechar la coyuntura para que el país vuelva sus ojos sobre la obra poética de este hombre, nacido en San Pedro de Macorís, tierra de poetas estremecedores, para resaltar la calidad y fuerza de su obra, tanto en el plano del compromiso social, como del ideal del amor.

De parte de René Fortunato, pensamos, no hubo mala intención porque incluso participó, asistiendo a la puesta en circulación, en la Biblioteca Nacional, a Fernando Casado, intérprete de esta pieza.

La situación plantea las condiciones ideales para dar una solución inteligente, tolerante y ejemplar, respecto un diferendo que ofrezca la lección de un aprendizaje y un entendimiento.