Memorias MMRD

Cinco años del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana/29 de mayo 2011-29 de mayo 2016. Producido por la Federación de Fundaciones Patrióticas. Directora: Luisa de Peña Valdez;Franny Montero, directora adjunta. Colaboradores: Leyla Valenzuela, Santa Marte Ninoska Corominas, Kelvin Mejía, Amy Puello, Miguel Emiliano y Rubén Grande; Avelino Stanley, realizador editorial; Diseño gráfico: Melissa Moquete; Impresión: Editorial Búho.

Pocas veces se tiene a mano una memoria quinquenal que represente tanto valor social e historico, como en el caso de esta entrega del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, un proyecto que se fue concretando muchos años antes de su apertura oficial en mayo del 2011, con respaldo del entonces presidente Leonel Fernández.

Esa noche, que recordamos vívidamente, fue el punto más alto, de una jornada de años de afanes, esfuerzos desde la Federación de Fundaciones Patrióticas, con Luisa de Peña, una profesional que aceptó la responsabilidad de coordinar la construcción de este museo de un papel fundamental en la reconstrucción de la lucha del pueblo dominicano contra las tiranías, enfocado sobre todo, en la dictadura trujillista.

El museo memorial tuvo un proceso inverso a lo que se acostumbra: primero fue una página web en la cual se podía navegar por sus salas digitales. Fue el haber logrado poner en red ese portal, el hecho que comprometió mucho más a personas e instituciones a concretarlo.

En las 236 páginas de esta memoria, se hace un recorrido del impacto que ha tenido este museo de singular trascendencia, tanto en la sociedad dominicana como en sus visitantes internacionales, al punto de transformarse en una referencia obligada para escolares, juventudes y familias, asi como turistas, que al pasar por sus ocho salas, tienen un encuentro con aspectos que algunos voceros de ese trujillismo, quisieran que fueran olvidados.

Desde la perspectiva de diseño, la Memoria es un modelo de perspectiva editorial muy artística, que combina documentos, fotos, textos y títulos, engarzados por el color institucional, el mostaza.

Se nota que el equipo del Museo ha tenido el acierto de desarrollar el concepto de una institución abierta y viva que intercambia con la comunidad en base a una serie de programas y exhibiciones, entrenamientos para niños, jóvenes, familias y maestros.