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Liderazgo político

Liderazgo político

Rafael Santos

La palabra líder, entre otras tantas denominaciones encontradas en los diversos diccionarios, significa, “persona que encabeza y dirige un grupo o movimiento social, político, religioso, etc.”, y el mismo (refiriéndonos al líder), además, contiene todo un “conjunto de habilidades gerenciales o directivas, para influir en la forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado”.


Cuando el ser humano tiene esas virtudes, es como una breve centella de luz que ilumina a su alrededor, la cual irradia a todos aquellos que buscan claridad, por así decirlo a sus inquietudes.


Ser líder encierra una gran responsabilidad ya que como tal, este viene siendo la cabeza visible de ciertas entidades, las cuales bien podrían ser políticas, religiosas, empresariales u otras.


El líder es la cabeza que todos claman a la hora de que los grupos bajo su mando buscan una respuesta, pero además, las pisadas que la gran mayoría siguen a la hora de que se tenga que emprender la marcha.


Sin embargo, en los momentos actuales y en nuestros pueblos y países tercermundistas, la gran mayoría de los que se arrogan este título, es decir, ser líder, lo hacen sin entender siquiera no solo la responsabilidad de la misma como expresáramos al principio encierra, sino además que mucho menos entienden el papel que desempeñan a la hora de pretender ser lo que muchos, principalmente en el campo de la política, buscan y que por tener una escasa preparación en el campo de la política, que es el tema que nos ocupa en estos momentos, pues diluyen con su pobre accionar las esperanzas de esos pueblos que muchas veces los siguen con la esperanza de que esta llegue a tener la suficiente habilidad como para hacer las cosas como mandan nuestras leyes y no como muchas veces es el deseo de un pequeño grupo que cada cierto tiempo se enquistan en el poder.


Nuestras miradas politológica nos dicen con mucha claridad, que en nuestro medio hay un terrible vacío de cara al futuro de un genuino liderazgo, ya que en su gran mayoría, quienes pretenden llamarse como tales muy por el contrario de pensar con sobrada inteligencia emocional, dentro del campo de la política, estos deciden enrumbar sus miradas hacia otros litorales que en la gran mayoría de los casos casi nunca responden a lo que los pueblos esperaban de aquellos que mediante tribunas u otras cosas se arrogan el título que ni cerca lo tienen.


El verdadero líder político tiene como base interior, lo que es su responsabilidad social, basado en el trabajo colectivo, a través del cual los pueblos puedan sentirse seguros y seguir aquellas sabias orientaciones que este tipo de personas les ofrecen a las sociedades en donde se desenvuelven.