PUERTO ST. LUCIE.– Tiene 35 años y viene de un tipo de temporada (traicionando el cuerpo y con estadísticas en declive) que genera preocupaciones sobre la viabilidad de cuánto le queda.
Si todo va bien, volverá a la cima de la alineación. Si todo va mal, su contrato se convierte en un lastre, y no sólo por este año.

¿Es este DJ LeMahieu o Starling Marte?
La respuesta es sí.
Tampoco lo es el jugador más vital en la alineación de Nueva York esta temporada. Pero ambos son indicadores de la duración y vitalidad de esas órdenes.

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La primera noticia de sus campamentos es que ambos tienen estabilidad y explosividad en sus mitades inferiores, después de los problemas de más de un año de LeMahieu luego de una fractura en la base del dedo gordo del pie derecho y Marte luego de una doble cirugía en la ingle que lo descarriló en 2023.

Ambas ofensivas de Nueva York fallaron la temporada pasada, y aunque no hubo una razón singular, las caídas de LeMahieu y especialmente del catalítico Marte fueron claves.

Pero ninguno de los equipos va a renunciar a ellos. Todavía ven ventajas y, francamente, porque a LeMahieu le quedan tres años por $45 millones y a Marte dos años por $37 millones. Por lo tanto, los clubes de Nueva York querrán saber con certeza sobre los jugadores nacidos con 88 días de diferencia en 1988 antes de decidir relegarlos.

En este momento hay reinversión.
Aaron Boone ha dicho que la alineación de los Yankees fluiría mejor si LeMahieu abriera y se embasara frente a Juan Soto y Aaron Judge, similar a la segunda mitad de la temporada pasada (porcentaje de embase de .377) cuando tal vez comenzó un resurgimiento.

Carlos Mendoza no se comprometió con el orden de los Mets, pero claramente el motor zumbó en 2022 cuando Marte estaba sano: bateó segundo detrás de Brandon Nimmo y delante de Francisco Lindor y Pete Alonso.

Marte dio, como mínimo, un paso simbólicamente positivo hacia ese destino el miércoles cuando jugó por primera vez esta primavera.

Un All-Star
Marte fue un All-Star y casi un jugador de 4.0 victorias por encima del reemplazo en su temporada de debut con los Mets en 2022. El año pasado careció de la calidad eruptiva que ha sido tan distintiva en su carrera, llegando a un WAR negativo (-0.8).

Por: Joel Sherman
New York Post