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Estructurar un sólido marco teórico es fundamental para el accionar político. El ejercicio de la política es eso: Una fiera lucha por hacer prevalecer ideas frente a otras que procuran lo mismo.

Minou Tavárez Mirabal ha demostrado estar bien apertrechada en ese sentido. Expone con fluidez conceptos bien sustentados, al margen de las coincidencias o disidencias que se puedan tener con ellos. Eso es otro tema.

Librar esa guerra que es la política, sin embargo, obliga a organizarse y aglutinar las huestes que servirán de compañía en esa cruzada. La individualidad, por insuficiente, es incompatible con una tarea de esa magnitud. En ese contexto, los partidos políticos devienen en los escenarios naturales para adicionar voluntades y empujar la consecución de los objetivos tácticos y estratégicos perseguidos.

Minou, como se sabe, milita en el PLD y es diputada por ese Partido. Esa circunstancia tiene un influjo inevitable, se exprese como causa o consecuencia, en las acciones políticas que desarrolle. Defiendo con vehemencia el derecho a la criticidad dentro de una entidad a la que se pertenece, pero estoy consciente que llega un momento en que se tornan irreconciliables las diferencias y la unidad de propósitos. Y hay que decidir.

Minou, en el discurso que vengo comentando, estableció premisas que, sin dudas, la colocan en una situación de confrontación con su Partido. ¿Puede excluir de responsabilidad a su organización cuando se pregunta “¿Qué ha sido nuestra historia política sino la repetición cíclica de la construcción de impunidades desde que quedó instalada la idea del “borrón y cuenta nueva” para ganar una elección?”

¿Es posible no rememorar al PLD cuando afirma que “La situación y la legitimidad de las llamadas Altas Cortes resultan para todos tan preocupantes, que ni vale la pena mencionar?” ¿Se salva el PLD cuando dice “Los partidos no son sólo para ganar elecciones. Deben ser la expresión de la sociedad política, organizada para tener un mejor país y para tener más democracia. La crisis de los partidos políticos es uno de los peligros mayores que debemos enfrentar y lo digo con responsabilidad porque siento que estamos llegando al punto en que a estas instituciones se les está agotando la oferta?”

¿Se refiere a los aliados tradicionales del PLD al afirmar “La unidad de quienes creemos y luchamos por la democracia es urgente?”. ¿Valora al PLD como envase novedoso cuando sentencia: “No se pone el vino nuevo en odres viejos?”

Pedro P. Yermenos Forastieri
pyermenos@yermenos-sanchez.com