La condición por excelencia de la felicidad es no pensar en ella. La felicidad es como las neblinas, ligeras: cuando estamos dentro de ellas, no las vemos
Amado Nervo

Santo Domingo.- El doctor Manuel Ferreras es uno de los dirigentes deportivos que más aportes ha realizado al softbol dominicano.

Son pocos los que conocen la historia de este trabajador incansable que es socio fundador de la Liga Centro, que cumplirá el próximo mes de octubre 70 años de fundada.

Es el único fundador que está vivo y todavía, a pesar de tener 91 años de edad, sigue contribuyendo con la Liga Centro y orientando sobre la organización del softbol nacional.

El doctor Ferreras realizó una labor extraordinaria en el fortalecimiento de la Federación Dominicana de Softbol en las décadas del 1970-1980.

Cuando conocí todos los aportes del doctor Manuel Ferreras al deporte, me sentí muy alegre, pues él es un ejemplo para las nuevas generaciones.

Nandy Rivas

Me comentó Nandy Rivas, quien fue un tremendo jardinero central y un bateador respetable en la Liga Centro, que el doctor Manuel Ferreras nunca jugó softbol y que es un propulsor que merece el mayor reconocimiento que se le pueda hacer a un dirigente deportivo.

Y yo le agregué: “Nandy, el doctor Ferreras llena todos los requisitos para que se le haga un monumento en la Liga Centro, al igual que a otros fundadores de esa entidad.

Su contribución fue indispensable para la existencia de la mejor liga de softbol de la República Dominicana.

Nandy con humildad, pero realista en sus juicios de valor, siempre me ha expresado que era difícil que un batazo para los jardines no fuera capturado, pues había gran calidad en ese tiempo y los jugadores cubrían eficientemente los jardines y tenían habilidad de jugar en cualquiera de ellos.

Yo soy fiel testigo, pues vi muchos partidos de la Liga Centro y compartí con los jugadores estrellas que jugaban allí.

Para cumplir con la ley, el doctor Ferreras fue el encargado de la iniciativa para confeccionar los estatutos y los reglamentos de la Liga Centro.

Y lo hizo poniendo toda su sapiencia y con gran cuidado para que los estatutos y reglamentos no chocarán con la Constitución de la República.

¡Qué hombre más sabio!

Dionisio Guzmán

El doctor Dionisio Guzmán, quien conoce muy bien, al igual que Nandy al doctor Manuel Ferreras, me escribió algunos párrafos que le solicité, pues compartió por varios años con él y su trayectoria en el softbol.

Veamos que fu lo que me dijo Dionisio: “Desde mediados del año 1970 hasta mediados del 1980, en el cuatrienio 79-83, cuando el doctor Manuel Ferreras fue vocal de la Federación Dominicana de Softbol, su colaboración económica le proporcionó una ayuda indescriptible a ese deporte”.

“Viajábamos, Freddy Vallejo, presidente de la Federación Dominicana de Softbol, él y yo, casi todos los fines de semana a diferentes ciudades del interior, a cumplir con los compromisos de la Federación”. Y agrega el doctor Guzmán: “Manuel ofrecía su vehículo, combustible y muchas veces se hacía cargo de todos gastos, propios de nuestras gestiones deportivas”.

“Eran tiempos donde las federaciones no tenían recursos para llevar un equipo a un torneo y teníamos que pedir ayuda. El doctor Ferreras no asistía mucho a eventos internacionales, pero cuando lo hacía, pagaba sus pasajes y gastos de hotel, como una contribución a las delegaciones”.

Eso que me escribió el doctor Dionisio Guzmán, es una gran enseñanza y más en los tiempos actuales.

Piñao Ortiz

El inmortal del Deporte, Juan -Piñao- Ortiz, uno de los mejores receptores que ha tenido el béisbol amateur y actual presidente de la Liga Centro, tiene grandes recuerdos del doctor Ferreras con sus orientaciones y su enorme trabajo en favor de los jóvenes que ingresaban a la conocida entidad softbolistica.

Piñao me dijo: “Leo, Marchante, lo que puedo decir es que el doctor Manuel Ferreras es un héroe del deporte y un maestro para educar”.

Comparto ciento por ciento los criterios de Nandy, Dionisio y Piñao.

El doctor Manuel Ferreras está en el corazón de todos los miembros de la Liga Centro, los que están en el cielo y los que permanecen activos.

Su legado está ahí.

¡Salve campeón!