Como tenía que ser, el presidente Luis Abinader expresó agradecimiento al nominado secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, por los elogios a República Dominicana, vertidos durante una audiencia ante el Senado que conoce su posible confirmación como rector de la diplomacia estadounidense.
Rubio, de ascendencia cubana, citó al país entre las naciones de Latinoamérica que experimentan un destacado proceso de crecimiento y estabilidad y resaltó que ese nivel de desarrollo ha sido alcanzado aun cuando es un afectado directo de la inestabilidad de Haití.
Llama la atención que en su presentación ante el Senado, en el cual representa al estado de la Florida, se refiriera con tanta vehemencia sobre la situación dominicana, cuando se sabe que sus interlocutores también lo interrogaron en torno a los nexos de Estados Unidos con grandes economías, como la de China y Rusia.
El próximo jefe del Departamento de Estado expuso que “la gente no ha hablado lo suficiente de República Dominicana que enfrenta “un verdadero reto debido a su cercanía con Haití y la inestabilidad de ese país”, además de señalar que este país estuvo entre los primeros que superó la crisis de la covid-19.
Al responder a una pregunta formulada por el senador por el estado de Virginia, el nominado funcionario se refirió al tema dominicano de manera fluida, con evidente dominio de las dificultades que afronta el Gobierno para contener el desenfreno migratorio que provoca la crisis de Haití.
En su nota de agradecimiento, externada en la plataforma X, el presidente Abinader resaltó lo comentado por Rubio en torno a la presión que recibe el país y la región a causa de la situación de violencia que padece Haití, ante lo cual el mandatario dominicano consideró esencial encontrar una solución definitiva.
Es previsible que la administración del presidente Donald Trump coloque las deficientes relaciones de Estados Unidos con América Latina en plano de importancia o prioridad, a partir de acontecimientos políticos que se escenifican en Venezuela, Argentina, Ecuador, Colombia, Panamá, Cuba y Nicaragua.
Elogios al desempeño de la economía dominicana y adhesión al planteamiento del Gobierno sobre la crisis haitiana, auguran que las relaciones domínico-estadounidenses podrían mejorar durante la gestión de Marco Rubio al frente del Departamento de Estado, por aquello de que es mejor caer en gracia que ser gracioso.