Santo Domingo.- Todavía muchos hombres tienen su salud en un plano secundario, lo que provoca que por falta de chequeos de rutina tan importante como el de su próstata, o por no hacer caso a algunas señales de su cuerpo, en un determinado momento pueden contraer enfermedades de cuidado.

Las disfunciones en la sexuales están a la orden del día y las más comunes, van desde disfunciones eyaculatorias, de erección, orgásmicas y de la libido, las que pueden ser tratadas dependiendo de la causa, con tratamiento farmacológico o terapia psicológica, destaca Marlin Fernández, urólogo-cirujana y andróloga, del Grupo multidisciplinario URUS.

De estas y otras afecciones de los hombres, surge desde el 2003 en Australia, un movimiento internacional que se denomina Movember, y se refiere a la salud masculina, buscando animar a los hombres a dejarse crecer el bigote durante el mes de noviembre, para dar visibilidad y luchar contra problemas específicos relacionados con su salud.

Hoy más que nunca este movimiento apuesta a orientar y prevenir a tiempo diagnósticos de cáncer, que son principalmente prevenibles.

La doctora especialista explicó que la disminución de la libido puede deberse a la deficiencia de testosterona, que se produce menos, a medida que el hombre envejece, pero los trastornos de la glándula tiroidea también pueden afectar el deseo sexual.

En el caso de la erección, los trastornos de la erección pueden ser causados por temas psicológicos o por condiciones orgánicas como la hipertensión, la diabetes, colesteroles elevados, cirugías por cáncer de próstata.

Cáncer de próstata

Cristian González, cirujano-urólogo, afirma que el cáncer de próstata, es la afección más frecuente, al morir cada día entre 6 a 8 hombres en el país.

“Esta enfermedad, que es la organización y desarrollo de células malignas que puede comprometer la integridad de la glándula prostática, las vías urinarias y la vida del paciente, descubierta y tratada tarde tendrá consecuencias sociales y económicas catastróficas”, dijo agregando que esta es una enfermedad multifactorial, más frecuente en pacientes de raza negra, que no se hereda pero es 3-5 veces más frecuentes si hay otros con cáncer de próstata en la familia y el tratamiento dependerá del tipo de tumor, estadio del mismo y condición general del paciente.

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Cáncer de testículos

David Soriano, cirujano urólogo, aporta que el cáncer de testículo no es el más común, pues aproximadamente 1 de cada 250 hombres lo padecen, pero es vital que los hombres se hagan su auto examen y evaluación periódica, ya que en algunos casos no dan síntomas hasta que la enfermedad está avanzada y es más prevalente entre varones jóvenes.

“Hay diferentes tipos de cáncer de testículo dependiendo de la célula que lo origine, el noventa por cierto corresponde a células germinales, los que se dividen en seminomatosos y no seminomatosos, a su vez, se siguen subdividiendo en diferentes categorías.

Los demás son estromales y secundarios que también se subdividen”. Tanto Marlin Fernández como Cristian González Santana y David Soriano, profesionales de URUS, valoran las campañas educativas y de orientación, porque juegan un papel importante en la transmisión de información y confianza, ayudando a prevenir males en cada etapas de su vida.

EL DATO

La incidencia

Soriano aportó que la edad promedio de diagnóstico es a los 33 años, un 6 % afecta a jóvenes y un 8 % a mayores de 55 años. Es un cáncer que diagnosticado y manejado a tiempo la mortalidad es baja.

Dentro de los factores de riesgos preexistentes, aclara que actualmente se busca el origen genético de los cánceres y el de testículo sigue en investigación, otros factores de riesgo como testículo no descendido (criptorquidea), que se recomienda corregir mediante cirugía, puede ser por raza blanca, antecedentes familiares, padecer de VIH y la edad, pero no está comprobado que traumas o montar bicicleta o caballo aumenten el riesgo.