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Mestizaje musical en su esplendor

Mestizaje musical en su esplendor

En un marco musical diverso y de mestizaje, Loulé, en el sur de Portugal, se abrió al mundo con su Festival Med, en su décimo octava edición. Loulé es parte de la región que se conoce como Algarve y es una pequeña ciudad, con una población que ronda los 70,000 habitantes.

El casco histórico de Loulé, que fue cercado por vallas para la ocasión, acogió un público estimado de 30 mil personas desde del 30 de junio hasta el 2 de julio.

La entrada diaria al evento era de unos 15 euros. Si el boleto se compraba de manera adelantada, con 30 euros, usted podía entrar los tres días. Una familia de cuatro integrantes podía saborear el evento por unos 40 euros por un día.

Cuatro escenarios eran los principales: Cerca, Matriz, Castelo y Chafariz. Y por ellos desfilaron 36 bandas o artistas. En otros escenarios más pequeños se pautaron siete presentaciones por noche. Movilizarse de una tarima a otra no tomaba más de diez minutos.

El programa de Festival Med evade el sonido genérico de la música pop y “mainstream» (convencional) y se refresca con sonidos étnicos en una licuadora de fusión musical. Es la bondad de mestizaje en tiempo donde todavía prima, lamentablemente, la xenofobia, la violencia y el racismo. El evento también dio cabida a exponentes del jazz.

Una de las bandas que se disfrutó el primer día fue el colectivo portugués Criatura. Sus bailes, el histrionismo de su canto y ese injerto de folk renovador, dejaron su impronta en el escenario Cerca.

De su lado, el ghanés Gyedu-Blay Ambolley & Secondi Band se robaron la noche con los aires del highlife (una mezcla de música ghanesa y jazz, se pronuncia jailaif). La canción “Abrentsie” puso a bailar a todos. El músico de ya 75 años daba lentos pasos bailables y elegantes. Mucha clase y memorable.

Mestizaje musical en su esplendor- Festival Med
Mestizaje musical en su esplendor- Festival Med

A las 12:30 nos dirigimos al escenario Chafariz y ahí nos esperaba el gigante Jupiter Bokondji. Su banda tiene sus orígenes en Kinshasa, República Democrática del Congo. Jupiter & Okwess arrasó y se convirtió en una máquina de baile y celebración. Su afropop era palpitante y espectacular. Inolvidable.

De escenario en escenario, se disfrutaba de los entresijos del casco colonial, con sus vestigios moros, cristianos y judíos. Todo el festival se desarrolló en un ambiente de mucha seguridad, sin sobresaltos y en una atmosfera familiar.

Unos turistas españoles por aquí, otros del Reino Unido por allá. Los escenarios se ponían en marcha a partir de las ocho de la noche. No pudimos ver todos los artistas del evento. Es un gran reto verlos a todos.

En el segundo día, la portuguesa Viviane continuó el periplo musical. La intérprete y compositora fue encantadora con lo que ella define como su “fado mediterráneo”. Cuando no cantaba, interpretaba la flauta y el mirlitón, especie de pito o silbido. Sublime y cálida.

El grupo Electric Jalaba, de Marruecos y Reino Unido subió al escenario y lo suyo era música ganaua vestida de fusión. El sonido del guimbri con secuencias pregrabadas del tecno colocó a los asistentes en pura euforia. Enérgicos e intensos.

Luego Bombino, de origen tuareg y oriundo de Níger, África, retumbaba con descargas de guitarras, furia rockera y bluesera en la tarima Chaferiz ya pasada la medianoche. Lo suyo era estridente y vertiginoso, la audiencia no se dejó intimidar y se unió a su ritual. Apabullante.

Para finalizar y ya en la madrugada, era el turno de los colombianos Ghetto Kumbé, que remataron lo que quedaba de ánimo en la audiencia, con su presentación en la tarima Matriz. Su tecno tribal aderezado de percusión en vivo inyectó el clímax supremo.

La intérprete portuguesa Maro, quien tuvo una destacada participación en el reciente festival de Eurovisión, concitó mucha atención mientras la banda cubana afincada en Portugal del pianista Víctor Zambrano & Sexteto Cubano suplía esos siempre necesarios ritmos afrocubanos.

Mestizaje musical en su esplendor- Festival Med
Mestizaje musical en su esplendor- Festival Med

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El artista conocido como el O Gajo fue otra de esas hermosas sorpresas con un ejercicio instrumental que transpira aromas de Portugal por los poros. En tanto, la oferta de ska y cumbia de los chilenos Chico Trujillo tuvo un impacto mayor en un atestado escenario de Matriz.

Manou Gallo y Aline Frazão, de Costa de Marfil y Angola, respectivamente cerrarían el último día.

Manu maravilló con su bajo eléctrico y un gran don del dominio escénico. Aline, en cambio, exhibió un esplendor de una artista que se perfila coma una figura imprescindible por su gran sensibilidad. Fueron vitales y virtuosas.

El Festival Med, en retrospectiva, fue una plataforma que expuso el talento portugués y lusoparlantes, sobre todo. Es una celebración de las artes, de la artesanía, de la pintura, de la poesía, cine y gastronomía, etc.

Al final quedó patentizado el poder de la música y el encanto del Festival Med, porque no es solo “tierra donde se pone el sol” para referirnos al significado árabe de la palabra Algarve, igualmente es tierra donde se pone tanto la música como la hospitalidad.

El autor es productor del programa radial Mar Afuera, en Tampa, Florida.

Por: Rafael Mieses

El Nacional

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