
Se han cumplido 16 años de su partida y mire que se siente presente. Indicándonos a todos un camino, una ruta, un proceder.
El 20 de mayo del 2009 partió de este mundo el exdirigente izquierdista, empresario y sociólogo Miguel Cocco Guerrero, fue fundador de la editora Alga y Omega, dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), mecenas del arte dominicano, impulsor de la más importante revista infantil dominicana (la que ha tenido mayor duración en el tiempo) y ejemplo de funcionario público que revolucionó la logística y la ética de la Dirección General de Aduanas.
Miguel Cocco Guerrero falleció a los 63 años, dejando una marca alta y fuerte en la sociedad dominicana. Hijo de Manuel Augusto Cocco Batlle y Gisela Guerrero Dujarric.
Miguel Cocco se desarrolló en el seno de una familia de clase media alta, que le proporcionó una carrera universitaria, pero que, mucho antes de todo eso, había comprometido su existencia con la lucha social, cuyos principios, a pesar de luego haber pasado a un partido del sistema, el de la Liberación Dominicana.
Su proyecto empresarial-personal más importante fue la editora Alfa y Omega, fundada en 1970 como una empresa dedicada al diseño e impresión de libros, revistas, carteles y otros formatos, editora líder en República Dominicana, con un enfoque en apoyar en la cultura, la educación, la información social válida, como aconteció con la crucial primera etapa de El Nuevo Diario (cuando no tenía una magnífica rotativa, como hoy), que lograba salir puntualmente, gracias al respaldo empresarial de Miguel Cocco y Alfa y Omega, más allá de lo que estableciera un contrato de impresión.
Su proyecto más personal fue la fundación de Tobogán, primera revista infantil dominicana. Fundada el 25 de febrero de 1987.
Esa revista es un ejemplo de concepción didáctica con altos estándares internacionales y es un hito editorial que se distribuye en todo el país, instalada a la venta en farmacias, librerías y centros educativos del país. Su principal propósito es ser el apoyo escolar de manera divertida, acompañando el desarrollo académico de los niños y jóvenes estudiantes.
Como director general de Aduanas, renovó sus sistemas, estableció un sello de conducción ética que eliminó la corrupción que tenía a esa dependencia como habitáculo cotidiano, fue apoyo para los artistas plásticos, a los que compraba sus obras, transformando el edificio de Aduanas en una de las galerías de arte más espectaculares de República Dominicana.
Se han cumplido 16 años de su partida y mire que se siente presente. Indicándonos a todos un camino, una ruta, un proceder.