Opinión

Modelo nutricional del “todo incluido”

Modelo nutricional   del “todo incluido”

Nuestro sistema hotelero, en la década del 1980 – 1990 inició sus operaciones del sistema “todo incluido” en un hotel de Puerto Plata y otro en Juan Dolio, sistema que ofrece al visitante “comidas y bebidas de todo tipo las 24 horas del día”.-
Este estilo de hotelería provocó que los principales hoteles de la costa este lo tomaran como modelo, arrancando un nivel de popularidad e identificación con el mismo, que han llevado a esta área de nuestro país al desarrollo turístico a nivel internacional.
Prácticamente, hablar de Punta Cana es identificar a República Dominicana en cualquier país del mundo, a tal punto que el 90 % de la hotelería de esta ciudad oferta este sistema.
¿Qué pasa con el “todo incluido” desde el punto de vista nutricional?
Muy sencillo, desde que usted dice que va a visitar un lugar con estas características, se inicia un “reflejo cerebral” en el ciudadano, donde solo en pensar que tendrá la libertad de “comer y beber sin límites”, sin ningún tipo de “presión ambiental” durante su estadía, se le vuelve la “boca agua”, de ahí el afán de visitar estas instalaciones.
Amén de que tenemos en la región del hipotálamo cerebral, dos centros importantes que reciben los reflejos nutriciones de cualquier comida: el “centro del apetito y el centro de la llenura o saciedad”, cuando uno está activo, el otro se apaga y viceversa.
Por ejemplo, cuando una pareja visita estas instalaciones con una edad promedio entre los 20 y 50 años, sin ninguna enfermedad aparente y sin tomar medicamentos diariamente, la respuesta al alto consumo de calorías, azúcares, grasas, sal, alcohol y sedentarismo es, el ‘aumento de unas libritas” que desaparecen la semana siguiente con un equilibrio en su alimentación.
Ahora bien, cuando una pareja de más de 50 años donde alguno sufre de hipertensión arterial, aumento del colesterol y triglicéridos, diabetes o está en sobrepeso u obeso, el alto consumo de calorías y los demás ingredientes antes citados pueden desencadenar un coma diabético, una crisis hipertensiva, una crisis de dolores articulares por el aumento del ácido úrico y complicaciones cardiovasculares que dependiendo de si olvidó “sus medicamentos recomendados” para el tiempo en que estará en este hotel “todo incluido”, así serán las complicaciones del visitante o turista.
Un gran reto para el turista, y el ciudadano común sin lugar a dudas lo constituye este sistema del “todo incluido” que ha batido récord de asistencia al país y a las instituciones que lo ofrecen, y ese reto viene dado – a mi manera de ver-, porel comportamiento personal del visitante frente al valor de los nutrientes, sobre todo, el de aquellos que ya tienen una enfermedad previamente instalada en su organismo.
Si cada visitante alerta al personal de hotelería sobre su padecimiento y si lleva consigo sus medicamentos al ingresar al hotel – utilizando un protocolo médico simple o estándar,- seguro que se reducirían estos accidentes que a manera de escándalos internacionales se nos presentan y que pueden ocurrir en cualquier país del mundo.

El Nacional

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