El Programa Solidaridad extenderá a cinco provincias más a partir de este mes el monitoreo denominado Reportes Comunitarios, mediante el cual los beneficiarios de esa iniciativa social del Gobierno evalúan los servicios que reciben en las Unidades de Atención Primaria de Salud, las escuelas, comercios y por el personal de Solidaridad.
El monitorio participativo implica a familias beneficiarias de Solidaridad constituidas en Núcleos Solidarios para completar formularios denominados Reportes Comunitarios, en donde los 600 mil hogares adscritos al Programa podrán expresar su nivel de conformidad con los servicios que reciben como beneficiarios.
De igual manera los proveedores de los servicios podrán completar el formulario de Reportes Comunitarios en donde podrán aportar ideas que, junto a las de los beneficiarios, tiendan a mejorar esos servicios y el funcionamiento del Programa.
Las provincias que se agregan a este sistema de evaluación son Santo Domingo, Monte Plata, San Cristóbal, Azua y Bahoruco. Actualmente se implementa en Sánchez Ramírez, Monseñor Nouel y La Vega.
Mediante esta evaluación los beneficiarios manifestarán de qué manera son recibidos y atendidos durante los chequeos médicos en las Unidades de Atención Primaria, si reciben los micronutrientes Chispitas Solidarias, las vacunas y las orientaciones para una buena nutrición.
Asimismo si reciben trato digno mientras realizan sus compras con la Tarjeta Solidaridad en los comercios adscritos a la Red de Abasto Social, pondrán denunciar posible especulación y retención de plásticos.
Mediante los reportes los beneficiarios podrán denunciar si en las escuelas en donde estudian sus hijos están provistas del material didáctico necesario, si la higiene del plantel es adecuada, agua potable y horas de clases; así como las condiciones de la infraestructura del centro, con el fin de superar deficiencias.
De igual manera registran la forma en que reciben las orientaciones del personal de Solidaridad.
Este proceso de monitoreo y evaluación contempla la participación activa de los beneficiarios del Programa y de los proveedores de los servicios, de forma conjunta, con la elaboración de planes de acción para superar deficiencias, mejora el Programa y ofrecer servicios de calidad.
Con la aplicación de ese sistema se ha podido solucionar problemas de infraestructura en planteles escolares y centros de salud, condiciones de higiene, horario de atención, mobiliario necesario, agua potable, medicamentos, material didáctico, personal docente y de salud, precios y calidad de artículos en los colmados.