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Muerte venduteros trilla limbo

Muerte venduteros trilla limbo

La muerte de dos venduteros en octubre de 2018 durante un incidente en el sector Capotillo protagonizado por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) constituyó el primer desafío para la actual fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos. Con el brío con que asumió el cargo y la equidistancia que proclamó podía pensarse que era cuestión de días establecer responsabilidades sobre la muerte de Hansel Arias y Porfirio Estévez, vendedor y productor de piñas, respectivamente.

Hubo entrevistas con familiares y plena garantías de que el suceso no quedaría impune. Desde el primer día se responsabilizó a agentes de la DNCD que participaban en un operativo en Capotillo de la muerte de los dos venduteros. Es suspicaz el misterio que rodea la investigación para aclarar el perturbador suceso.

A la falta de señales para identificar y procesar a los responsables, familiares de las víctimas y organizaciones de Villas Agrícolas montaron el jueves una vigila frente a la sede de la Procuraduría General de la República para reclamar justicia.

A una sola voz los parientes y los grupos populares han reclamado que se identifique a los oficiales que intervinieron en el operativo, se interrogue al pasado presidente de la DNCD, José Eugenio Matos, y que el director de la Policía, Ney Aldrín Almonte, publique su informe sobre el suceso.

Lo que se sospecha es que pese a la garantía de la fiscal del Distrito Nacional se encubre a los sospechosos del crimen.

El Nacional

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