Una estrategia que se ilustra en la película Wag the dog (La cortina de humo) de 1997, la cual conlleva que el público se distraiga de uno o varios temas importantes con una cuestión diferente que preocupa la atención de la sociedad y por tanto de los medios de comunicación.

Sin embargo, esta estrategia puede ser contraproducente si se critica como un intento de distracción.

De ahí que en sus inicios, la propaganda en su sentido original de la palabra era neutral, y se refería a usos que fuesen generalmente benignos o inocuos, como recomendaciones de salud pública, anuncios animando a los ciudadanos a participar en el censo o en las elecciones, o mensajes que animan a las personas a informar de los crímenes a la policía, entre otros.

Mientras para algunos especialistas el marketing o mercadotecnia consiste en una serie de sistemas que se usan para comunicar a los clientes el valor de un producto o de un servicio. A veces, el marketing se puede entender como el arte de vender productos, sin embargo, la venta solo es una pequeña parte de la mercadotecnia.

Esta es más extensa y está menos centrada que la propaganda; es una estrategia general para promocionar un producto o servicio o una situación especial. Tal y como ocurre en el país.

La sociedad está enfocada en los apresamientos y sometimientos de exfuncionarios bajo acusación de la comisión de ilícitos contra el Estado dominicano, que es lo mismo que aprovecharse del dinero del pueblo para su uso personal.

Sabemos que en el Gobierno pasado había gente que cometía fechorías que todo el mundo sabía, y que por lo tanto ahora deben responder frente a la justicia y a una sociedad que demanda transparencia en la administración de los bienes estatales.

Sin embargo, no debemos de emborracharnos de un exceso de justicia, porque en estos casos el equilibrio es importante y necesario. El que la hizo que la pague y con creces, pero tampoco desde las gradas tratemos de no convertirnos en inquisidores.

Por. José Antonio Torres
josetorres60@hotmail.com