Se trataba de un pequeño terruño de apenas 110 kilómetros cuadrados. Allí el cacique Cotubanamá y su esposa Higuanamá se refugiaron en 1503, tras la caída del cacicazgo de Higüey en manos de los invasores españoles.
La cueva utilizada como refugio durante meses es hoy, 509 años después, uno de los atractivos turísticos de la zona de Catuano, y un símbolo del sacrifico y los afanes de libertad de la raza taína.
Tenía preciosos arrecifes coralinos, lagunas costeras, una gran diversidad de aves y especies de reptiles e interesantes yacimientos arqueológicos en cuevas
La isla contiene un alto porcentaje de especies endémicas de flora y fauna, por lo que de las 539 especies reportadas en el Parque Nacional del Este, la mayoría se encuentra en este lugar.
No son pocos los ecosistemas asociados a especies vegetales entre los que se pueden distinguir los bosques semihúmedos, matorrales, y los manglares o bosques salados, que se componen de cuatro especies neotropicales: mangle negro, rojo, blanco y botón.
También se han identificado especies de tortugas marinas incluyendo caguama, carey, tortuga verde y tinglar.
Entre las aves se pueden apreciar gaviotas playeras, zancudas, la paloma coronita, y la cotorra verde, la cual está en peligro de extinción.
Otros fascinantes animales como la iguana rinoceronte, el manatí, el delfín y el murciélago pescador, son también parte de los habitantes de la isla.
Los investigadores han encontrado al menos 40 especies de peces, 10 de corales, y 124 de moluscos, calificando la zona como una de las más importantes reservas ecológicas del país.
Eso era la isla Saona antes de que el Gobierno se la regalara a Estados Unidos para fortalecer la hegemonía militar estadounidense en la zona del Caribe. Eso fue hasta ayer. Mañana no sabremos qué será, ahora que los gendarmes del norte la necesitan dizque para cuidar el ambiente. Recuerden que el 28 de abril de 1965 vinieron con decenas de miles de soldados para salvar vidas.