El parque del Este, uno de lo más importantes espacios para la recreación física y donde están enclavados muchos de los pabellones deportivos más costosos de Santo Domingo, se encuentra con áreas abandonadas y un descuido preocupante.

La estación del tren, baños, estafetas de boleterías y otras construcciones, son quizás las más afectadas; inodoros, lavamanos, gabinetes, lámparas, puertas y ventanas fueron robadas de muchas de estas áreas, por vándalos que se mueven con toda libertad por dicho parque, ya que la verja de protección en su diseño, es cómoda para quien quiera violar el referido territorio, y la puerta peatonal que da a la avenida Estados Unidos, permanece 24 horas abierta.

Muchos espacios parece que no han sido tocados por las autoridades, desde que se celebraron los Juegos Panamericanos en el 2003, otros siguen funcionando con una baja matrícula y poco mantenimiento.

Este imponente complejo deportivo, próximo al Faro a Colón, consta de instalaciones para distintas disciplinas, levantadas a un costo de 950 millones de pesos. Este Parque incluye también un anfiteatro, un campo de tenis, uno de fútbol, pabellón de halterofilia y techado de gimnasia, destacamento policial, entre otras obras.

El estadio de fútbol, sin ninguna protección y con las graderías destruidas es otra de las obras afectadas, cabe destacar que los alrededores del anfiteatro están llenos de desechos sólidos y otras áreas en descuido ya que la maleza es bastante abundante, tan bien puede observarse que cientos de metros de área verde fueron incendiados no se sabe por quién.

El majestuoso pabellón de gimnasia, una obra que sin duda contribuye a desarrollar ese deporte, fue construido a un costo de 160 millones 925 mil pesos y es la obra de mayor presupuesto de ese complejo deportivo y quizás la más usada actualmente, por esto se conserva en buen estado, aunque se observa un deterioro progresivo en su parte exterior.

La ejecución de este proyecto estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas en el gobierno de Hipólito Mejia, y fue una obra muy polémica por la magnitud de la inversión. Los Juegos Panamericanos apenas duraron dos semanas.

Uno de los motivos que se tomó en cuenta para la construcción de este complejo en el Parque del Este, fue su posición geográfica y que era un lugar que no tenía vida, después de los Juegos se creyó que este importante legado para la juventud deportiva, seria aprovechado principalmente por la juventud de los sectores aledaños de la zona, como ensanche Isabelita, Los Tres Ojos, Villa Duarte y Los Mameyes, que tendrían instalaciones de primer nivel, pero debido a falta de iniciativas de Sedefir, según lugareños, no es así.

Al ser cuestionado, el ingeniero Rafalin Hernández, jefe de mantenimiento de Sedefir, dijo desconocer esta realidad y refirió a la prensa al destacamento militar del referido parque.