Los Angeles, (AP).- George Clooney fue el atento anfitrión, el chef Wolfgang Puck ofreció delicias culinarias y el presidente Barack Obama disfrutó del buen humor del dueño de la casa, junto con 150 de sus donantes de Hollywood, incluida la mexicana Salma Hayek.
A fin de cuentas, la velada en la residencia de Clooney reunió casi 15 millones de dólares, un récord para un solo acto de recaudación de fondos.
El mandatario dijo el jueves por la noche a los invitados que la imagen suya que se hizo famosa durante su campaña presidencial en el 2008 derivó de una foto en la que Obama, entonces senador, estaba sentado junto a Clooney. El actor estaba en ese momento en Washington para poner de manifiesto el conflicto de Darfur en Sudán.
«Esta es la primera vez que una edición ha dejado a George Clooney fuera de una foto», bromeó Obama. «Nunca había ocurrido antes, nunca jamás volverá a ocurrir».
De hecho, el artista que creó el cartel, Shepard Fairey, usó otra imagen de Obama pero dijo que recurrió a la foto de Obama-Clooney para evitar un caso de usurpación de derecho intelectual con The Associated Press. En febrero Fairey se declaró culpable de intento de fabricación y destrucción de la evidencia.
Pero en la gala con Clooney todo fueron sonrisas. Ante ese público predispuesto Obama ni siquiera tuvo que mencionar explícitamente su reciente apoyo al matrimonio homosexual para ganarse una ovación.
«Evidentemente», dijo el mandatario, «ayer estuvimos en las noticias».
La cena ofrecida bajo una carpa con techo transparente fuera de la enorme casa de Clooney, estilo Tudor, sumó casi 15 millones de dólares, un récord para un acto de recaudación de fondos para una campaña política.
Los invitados pagaron 40.000 dólares para asistir, lo que representó unos 6 millones de dólares para la campaña de Obama y el Partido Demócrata. El resto provino de un sorteo para donantes menores. Las dos ganadoras obtuvieron una invitación para la cena y asistieron a sus esposos quizás a regañadientes, tomando en cuenta que Clooney era el anfitrión.
El menú creado por Puck incluía una ensalada de alcachofa, seguida por un patito rostizado «estilo Pekín» con pequeños panecillos, una combinación de cordero y mejilla de res con patatas, así como colecitas de Bruselas y tortelloni de maíz dulce.
«Recaudamos mucho dinero porque a la gente le encanta George», afirmó Obama. «Yo les gusto; a él lo adoran».
Después agregó en tono serio: «Parece ocupar un constante estado de gracia y usa sus talentos extraordinarios a nombre de algo verdaderamente importante».
Obama y Clooney jugaron basquetbol el viernes por la mañana, acompañados por el actor Tobey Maguire e integrantes de su personal. Obama bromeó en la gala del jueves que Clooney «había alardeado mucho de su basquetbol desde que lo conozco, y lo conozco desde hace mucho».
Entre los otros invitados destacaron el actor Robert Downey Jr.; Barbra Streisand y su marido, James Brolin; Jack Black; Hayek y Tobey Maguire, que compartieron una mesa con Clooney y su amiga Stacey Keibler.
La fiesta dio al presidente el tipo de resonancia hollywoodesca que los republicanos no suelen conseguir. Pero la velada contrastó con la misión de Obama el viernes de aludir a la situación de los propietarios de Nevada que luchan por conservar sus viviendas.