La incautación de otros 103 paquetes de cocaína en la isla Beata es otra prueba de que los golpes, por contundentes que sean, no amedrentan al narcotráfico.
En tanto los decomisos representan un récord, entidades como Hogares Crea han dado cuenta de que el consumo también se ha elevado de un tiempo a esta parte en el país.
Solo de enero a la fecha la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ha decomisado más de 2,300 kilos de cocaína en operativos en diferentes puntos del país. Pero antes que replegarse el narcotráfico ha intensificado el trasiego de drogas, lo que ha planteado muchas suspicacias sobre sus posibles conexiones con sectores de poder en el país.
Más todavía cuando, salvo contadas excepciones, las autoridades encuentran la droga, pero no a los contrabandistas ni a los destinatarios. Y no se descarta que algunos de los decomisos sean en realidad sacrificios en que incurre el narcotráfico para introducir mayores cantidades de drogas por alguna otra vía.
Con cada cargamento que se decomisa, como los 103 paquetes en la isla Beata, las autoridades tienen que plantearse un examen sobre el problema de la seguridad.
