El gigantesco tornado que ayer devastó el área sur de Oklahoma, Estados Unidos, con saldo de al menos 24 muertos y más de cien heridos, constituye una gran tragedia que enluta a Estados Unidos y motiva sentimientos de solidaridad en todo el mundo.
El meteoro, que duró unos 40 minutos y recorrió unos 32 kilómetros con fuerza de 320 kilómetros por hora, impactó sobre el edificio de una escuela elemental, donde anoche socorristas buscaban entre escombros a 24 niños, mientras bomberos y policía buscaban casa por casa a personas que pueden estar atrapadas con vida entre escombros.
Los primeros informes indican que entre los fallecidos figuran varios niños y otros que sufrieron heridas, por lo que las autoridades temen que el número de víctimas fatales sea aún mayor, lo que describe la magnitud de la tragedia.
El presidente Barack Obama ha declarado a Oklahoma en situación de desastre y la gobernadora del estado, Mary Fallin, ha dicho que los corazones están destrozados, al describir un escenario aterrador de destrucción y muerte.
Los tornados, movimientos giratorio de viento que rota en forma violenta, se producen también en el territorio de República Dominicana, aunque nunca en la magnitud del que devastó la zona sur de Oklahoma, cuya categoría fue de EF-4, el segundo más poderoso. Aquí ese tipo de fenómeno por lo general derrumba árboles, destruye cosechas y daña viviendas. Uno de ellos dejó ayer sin electricidad a Montecristi.
Aunque pueden detectarse por radares especiales, es difícil ejecutar planes de prevención para disminuir las potencialidades de devastación o destrucción de un tornado, especialmente en Estados Unidos, donde esos meteoros se generan con inusitada frecuencia.
La dolorosa ocasión para la comunidad de Oklahoma resulta propicia para nueva vez llamar la atención de la población dominicana sobre la imperiosa necesidad de adoptar las medidas pertinentes para prevenir daños por el paso previsible de tormentas, ciclones y huracanes, cuya temporada de formación está próxima.
Los votos de solidaridad van dirigidos hoy hacia el pueblo de los Estados Unidos ante tan cruenta tragedia producida por el devastador paso de un poderoso tornado.

