El misterio que ha rodeado la operación de las bancas de apuestas comienza a desvelarse  con el proceso de transparencia emprendido por la administración de la Lotería Nacional. Tienen que ceñirse a la ley para operar, pero los propietarios se resisten porque no quieren dar la cara.

El anonimato y la opacidad han unificado a los representantes de los establecimientos contra el administrador de la Lotería, Teófilo Quico Tabar.

No quieren declarar el patrimonio real, pero tampoco identificar a los propietarios. En su condición de director de casinos y juegos de azar del Ministerio de Hacienda, Tabar se ha propuesto regularizar las operaciones de las bancas de loterías. Pero los negocios han optado por salir a protestar contra una supuesta persecución para no ajustarse a la ley.

Las bancas de apuestas es una de las actividades de más expansión en el territorio.