Los estatutos del PRM se reformaron recientemente y el presidente Luis Abinader podría optar por otro período de cuatro años a través de esa entidad política, en la contienda comicial de mayo de 2024. El Art. 124 de la Constitución de la República le concede ese derecho.

Abinader apenas tiene un año y medio en el poder y carece de objetividad cualquier evaluación anticipada de su mandato, aunque por la experiencia electoral, en el sentido de que un jefe de Estado en ejercicio siempre garantiza un significativo caudal de votos y por las proyecciones de las contadas encuestas de opinión que han salido a luz, todo apunta a que podría ser opción de poder para el 2024.

Otra opción podría ser Leonel Fernández, líder del partido Fuerza del Pueblo, un experimentado político y expresidente de la República por tres períodos, que trabaja en la conformación de un frente opositor.

Por el momento las perspectivas del PLD son pobres. Esa organización política se ha mantenido a la defensiva, los aspirantes no han tenido suficiente impacto y Danilo Medina, aparte del impedimento constitucional para optar a la Presidencia, no ha tenido la quietud y el sosiego, producto de la lluvia de imputaciones formuladas a personas de su entorno.

Si las elecciones fueran mañana no cabe ninguna duda que las mismas serían disputadas por Luis y Leonel, pero son en el 24 y resulta difícil hacer vaticinios.

Abinader sería el candidato de un PRM con una militancia disgustada por razones obvias. Posiblemente piensa que su reelección depende de la inversión en el segmento empresarial con el cual gobierna y que empezó a adueñarse de estratégicos servicios públicos.

Desde la transición trascendió que esos empresarios irían por agua, energía, trans|porte y zonas turísticas. Se modificó una ley para poner a una persona en INAPA. Con la energía se persiste con un fideicomiso de las plantas de Punta Catalina que no convence a nadie, máxime al designar de ejecutivos a sujetos en deudas con el Estado. Sobre transporte, el ministro Macarrulla –el mismo que mencionan en San Soucí y en Cárcel Nueva Victoria– tiene todos los poderes para hacer y deshacer.

Abinader empieza a hacer cosas que Leonel hizo. Serían dos candidatos de alto rechazo. Uno de los dos ganaría.