El incidente durante el cual una patrulla de la Policía ultimó a un joven que compartía con amigos en el barrio Camboya, de Santiago, es otra sombra para la imagen del cuerpo en medio del proceso de transformación y profesionalización a que está sometido.

La muerte de Víctor Alfonso Reyes Paredes, de 24 años, ha consternado a familiares y relacionados, quienes no han tardado en reclamar una investigación para establecer responsabilidades. Aunque la Policía optó por guardar silencio, el suceso resucitó la ejecución por una patrulla de la Policía de cinco personas en el sector La Barranquita, a principios de octubre.

Las versiones indican que Reyes Paredes compartía con amigos cuando fue alcanzado por los disparos de miembros de una patrulla de la Policía. Por ahora cierto velo de misterio rodea el crimen en torno al cual la Policía se abstuvo en las primeras horas de ofrecer declaraciones.

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Pero cualesquiera sean las razones el suceso cuestiona los métodos y la conducta de los agentes policiales para garantizar la seguridad ciudadana y preservar el orden público. Lo que se advierte es que los agentes son muy proclives a utilizar las armas.