No sumó la imposición de su candidato. Nuestro país necesita fortalecer la democracia.
No sumó el Procurador con la página 14 del sometimiento a Odebrecht. No sumó la politización de la justicia, mucho menos el Congreso secuestrado. No sumó la impunidad ni el deterioro de ese poder del Estado porque es tiempo de poderes independientes. Es tiempo de cambio.
No sumó ignorar la Marcha Verde, ni sumaron las tres bombas disparadas a la juventud en la Plaza de la Bandera. Porque es tiempo de construir escuchando.
Ni sumó el expediente judicial contra el coronel Guzman. Ni mucho menos lesionar al técnico Regalado. Ni sumaron las fiscales que, al intentarlo, construyeron la presunción de complicidad, como si la “inteligencia “estuviera de vacaciones.
No sumó la compra de asfalto sin cumplir los procedimientos. No sumó el olvido de entregar a la autoridad competente las pruebas de la COVID-19.Y no sirve recibir pagos del gobierno por el servicio de aviones, cuando se dedica a servir desinteresadamente a los dominicanos. Ni develar, por voz propia, el uso de la pandemia en beneficio del candidato distante del mejor uso de la palabra.
Para sumar y restar hay que ser profundamente autocrítico. Tienen que reinterpretar este proceso político. Los conocimientos y experiencias adquiridas pueden servir de poco si olvidan que no suman los partidos, que dañaron tanto, que los hicieron minoritarios y la división del propio. Ni mucho menos la presencia del PRM construido sobre piedras, unido, con candidaturas elegidas y no impuestas. Con jóvenes impulsando el futuro dominicano.
¿Y si el error no es de él, si todo lo ha hecho bien, podrían ser errores partidarios?
Quizás es otra cosa: cambiaron tanto que no pudiera apreciar que nos cambió la patria. Que en 1990 vimos a las masas populares mudarse de casa y la mudanza de ahora es producto de un proceso y por lo tanto indetenible.
A veces es importante cuidar a los señores presidentes y recordarles las reglas de la democracia.
Por Milagros Ortiz Bosch
mortizbosch@hotmail.com
