Opinión De salud y otras cosas

Peleas que no se echan

Peleas que no se echan

José Díaz

Vivimos en un mundo que, en pocos años, ha cambiado los paradigmas y puesto en juego lo que eran nuestros principios, pero convertido en aldea, por la globalización y los avances en la comunicación, cada vez se hace más perentorio tener una interacción productiva e inteligente con nuestro medio, y éste, aparte de la naturaleza, son nuestros padres, hijos, parejas, compañeros de trabajo, amigos, personas y animales con los que interactuamos, etc.

Esta tarea se hace cada día más difícil, sobre todo para los que tenemos responsabilidades sobre otros. Por ahí hay una serie titulada “Adolescencia” que los que tenemos hijos, hoy, debemos verla.

“Helen Mirren dijo una vez: “Antes de discutir con alguien. No todos los argumentos valen tu energía. A veces, no importa lo claramente que te expreses, la otra persona no está escuchando para entender, están escuchando para reaccionar. Están atrapados en su propia perspectiva, no están dispuestos a considerar otro punto de vista, y comprometerse con ellos, solo te agota.

Hay una diferencia entre una discusión saludable y un debate sin sentido. ¿Pero tratando de razonar con alguien que se niega a ver más allá de sus propias creencias? Eso es como hablar con una pared. No importa cuánta lógica o verdad presentes, retorcerán, desviarán o descartarán tus palabras, no porque estés equivocado, sino porque no están dispuestos a ver otro lado.

¿Cómo determinas cuando una conversación ha pasado de una discusión saludable a un debate inútil?”.
Tomé esta cita de una página de Eduardo Galeano que cita a Analia Corazón.

Muchos van por ahí viendo lo que se le pega, y así solo son barcos a la deriva. Es imprescindible tener un propósito de vida definido y militarlo siempre sin daños a terceros, y sin involucrarse con personas que no están dispuestas a vivir una vida sana, decente lo que implica “algo más que salud”.