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Pequeños cambios

Pequeños cambios

Desde hace años vengo cultivando una aprensión patológica con el aplauso al servidor público que cumple con las funciones para las que fue electo.

En sociedades como la nuestra, donde la democracia carece de fortaleza, se tiene por norma construir un altar a la responsabilidad. Como si honrar la moral y la ética ameritan un premio y no asimilarlos como valores intrínsecos del ser humano.

La presencia de funcionarios oficiales en los sectores afectados por la tormenta Laura el pasado sábado, motivó los más disímiles comentarios en la ciudadanía, la mayoría coincidente en que el mensaje enviado es que, el de Luis Abinader, es un gobierno cercano a la gente.

No faltó el que catalogara la acción de populismo, de “escobita nueva, barre bueno”, y otras expresiones enfrentadas por quienes sí la defendieron.

La presencia del presidente Abinader, de la vicepresidenta Raquel Peña y la Primera Dama, Raquel Arbaje, en distintos sectores es un modelo del ejercicio político al que un pueblo vilipendiado por anteriores gobiernos cuesta trabajo asimilar.

Es lo más cercano a lo que se ha llamado un gobierno con rostro humano y es lo que el primer mandatario de la nación ha prometido, mientras sus primeras acciones apuntan a cumplir esta promesa.

Al salir de los barrios visitados Abinader dio seguridades de que todas las instituciones del gobierno están trabajando para solucionar los problemas provocados por la tormenta y de buscar una solución integral a todas las cañadas del Gran Santo Domingo.

Una de las medidas más certeras para terminar con las tragedias provocadas por las cañadas cuando nos toca un fenómeno atmosférico es prohibir los asentamientos cerca de las mismas.

El militar y estadista francés Napoleón Bonaparte dijo: “Interesarse por los intereses de todos es propio de un gobierno ordinario; preverlos es digno de un gran gobierno”.

Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos y posibilitar la salud, la educación y una vivienda, como derechos fundamentales para gozar de una vida digna. Hay pequeños cambios que tienen grandes impactos. (El autor es periodista y consultor).