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Planta La Zurza no saneará el río Ozama ni los barrios

Planta La Zurza no saneará el río  Ozama ni los  barrios

De acuerdo al Informe de Diagnóstico y Estudios Básicos del Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario de Santo Domingo, actualmente en Santo Domingo se produce un caudal de aguas negras de 6,200 litros por segundo, de los cuales el 20 por ciento, sea 1,300, son descargados entre los ríos Ozama, Isabela, Haina y el mar Caribe mientras 4,900 son descargados en los acuíferos debido a que el alcantarillado sanitario apenas cubre 17 por ciento de la ciudad.

En dicho estudio se detectó, además, que 30 por ciento de las tuberías que componen ese sistema debe ser reparado y/o sustituido dado su avanzado deterioro que permite fugas que pueden penetrar en las averiadas tuberías del acueducto y contaminar el agua potable.

Los efectos tanto de las descargas en los acuíferos como de las fugas en las redes no son palpables ni visibles como el hedor y la basura flotante en la desembocadura de los ríos y el litoral marino y quizás por ello no han merecido mayor atención de los gobiernos y los medios de comunicación.

Sin embargo, son más graves para la salud publica pues de esos acuíferos se extraen al día alrededor de 36 millones de galones de agua para consumo poblacional a través de una red de pozos sectoriales operados por Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) y más de 1,200 pozos operados por particulares.

Por tales razones y otras de orden técnico-económico, el Plan Maestro consignó la necesidad de iniciar en lo inmediato la rehabilitación de los sistemas existentes como condición previa a la construcción de nuevas plantas e instalación de nuevas redes. Sin embargo, esa recomendación cardinal no fue considerada en la dirección de CAASD ni en la Presidencia de la Republica.

Se decidió, en cambio, la construcción de una planta para el tratamiento de las aguas residuales de los barrios que integran la cuenca sanitaria “La Zurza”, y con el fin de justificar esta costosa y extemporánea inversión, el proyecto se vendió como la acción clave para el recate del río Ozama y saneamiento sanitario de los barrios de ese sector.
Ocurre que la planta no recatará el río ni saneará los barrios.

En cuanto al pretendido rescate del Ozama, la contaminación por aguas negras que le ocasionan esos barrios, en la actualidad es relativamente baja debido a que sus poblaciones hoy solo descargan en él, unos 200 lits/seg. siendo el caudal del mismo en ese punto 50,000 lits/seg.

La verdad es que la contaminación del río se produce a lo largo de todo su recorrido debido a estas causas: 1. La descarga en su cauce de la basura generada por más de 100,000 personas que habitan en sus riberas y las de sus afluentes.
2. El vertido directo de los desechos orgánicos de 16 mataderos localizados en sus inmediaciones.

3. Las descargas de otros sectores distribuidas en distintos puntos de su recorrido.
4. El depósito en su lecho de cientos de toneladas anuales de sedimentos contaminados producto de la erosión y mal manejo de la cuenca en sus niveles alto y medio.

Con relación al saneamiento sanitario de los barrios cabe resaltar que la incidencia de esa instalación es mínima y que lo principal y prioritario era la remodelación y ampliación de sus redes de cloaca ya deterioradas e insuficientes para poder recolectar y transportar hasta su lugar de tratamiento las aguas negras producidas, y esto implica la sustitución de 28 kilómetros de tuberías y la instalación de 311 kilómetros de nuevas líneas.

La realidad es que la población que habita esa cuenca es de 700,000 personas las cuales producen cerca de 1,800 lits/seg. de tales aguas,pero, solo 54,000 disponen de alcantarillado sanitario y esa parte de la población no genera más de 200 lits/seg.
Es decir que esa planta diseñada y construida para tratar 1,200 lits/seg, durante muchos años estará recibiendo apenas unos 200.

En virtud de esa realidad, el Plan Maestro programó la construcción de esa instalación en dos etapas: la primera para entrar en servicio en el año 2030 con capacidad de 1,200 lits/ seg y la segunda en el 2040 para completar una capacidad de 2,700 lits/seg. Esto, de acuerdo con el crecimiento poblacional proyectado y el supuesto avance de los trabajos de remodelación y ampliación de las redes que descargarían en ella.

Partiendo de todo esto llegamos a una amarga reflexión: La violación del cronograma de ejecución del Plan Maestro podría decirse que obedeció a un error técnico de planeación, pero la decisión de construir una planta de tratamiento de 1200 lits/seg para recibir unos 200 durante 10 o más años, ya asume la categoría de un mega fraude para lubricar un gran negocio.

El autor es ingeniero hidráulico.

Por: RAMóN B. CASTILLO
ramonbc@gmail.com

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