La verdad es que por lo menos se presta a confusión la posición del Gobierno con respecto a la explotación de loma Miranda, que la Conferencia del Episcopado y sectores populares reclaman que se declare parque nacional. Después de minimizar la salida de Falcondo si no le permitían explotar la reserva, prominentes funcionarios, comenzando por el director de Minería, se han identificado, de manera clara, con los deseos de la minera.
Así lo entiende la Iglesia católica, que incluso señaló que las autoridades preparan el terreno para una decisión a favor de lo que califica de “crimen ecológico”.
Es obvio que al Gobierno se le ha dificultado hasta guardar las formas. La decisión del Senado de engavetar el proyecto de ley aprobado por los diputados que proclama la conservación de loma Miranda se inscribe dentro de la reticencia oficial con relación a la reserva ecológica. Pero la Iglesia no se arredra.
En el editorial de su semanario Camino, titulado “Que así sea”, el Arzobispado de Santiago advirtió que seguirá levantando la bandera del honor en defensa de loma Miranda.