El Consejo de Ministros ha aprobado un anteproyecto de Presupuesto General del Estado por 605 mil millones de pesos, cifra superior en RD$74,224.3 millones al que rige en 2013, que asciende a 530,846.3 millones, aunque proyecta un déficit del 2,8% del Producto Interno Bruto (PIB), similar a la previsión actual.

Ese monto presupuestal supone un cremento de un 14% en los estimados de ingresos y al mismo tiempo un rígido control del déficit (2,8%), dos metas difíciles de alcanzar al menos a simple vista, más aún si se agrega un gasto de casi 175 mil millones de pesos para el pago de la deuda externa e intereses vencidos.

Otro aspecto relevante en ese proyecto ha sido que se sustenta en una estimación de crecimiento del PIB para 2014 de 4.5%, de una tasa de inflación de 4.5%, previsiones que contradicen vaticinios menos ambiciosos señalados por agencias internacionales y economistas locales.

Falta saber sobre cuáles bases los técnicos del Gobierno estiman que las recaudaciones aumentarán sustancialmente en 2014, si sus previsiones para este año se quedaron cortas en más de 5% con relación a lo ingresado por tributos y aranceles. Tal parece que se apuesta a los aportes por exportaciones de oro y plata.

En términos de distribución del estimado global de ingreso, el Gobierno mantiene la constante de privilegiar el gasto social, como se expresa en las partidas asignadas a Educación (109 mil mm); Salud Publica (55 mil mm), agricultura (11.6 mm) y Obras Públicas (27.1 mm).

Los ministerios de las Fuerzas Armadas e Interior y Policía recibieron un incremento de unos dos mil millones de pesos, recursos que parecen insuficientes para consolidar los programas de seguridad ciudadana y protección fronteriza, aunque se anuncian incrementos de sueldos para guardias y policías.

Las prioridades del Gobierno parecen alejadas de las Altas Cortes, cuyos incrementos presupuestales no cumplen con las expectativas de incrementos salariales, adquisición de locales del Tribunal Constitucional para sus incumbentes o reapertura de las oficinas de la Junta Central Electoral en el exterior.

El proyecto de Presupuesto General del Estado para 2014, tiene como punto luminoso su vocación a consolidar o expandir políticas de redistribución del ingreso público, pero trae consigo la incertidumbre respecto al cumplimiento de la previsión de ingresos y de control fiscal. El tiempo dirá.