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Primera experiencia

Primera experiencia

Pedro Pablo Yermenos

Lograrlo se convirtió para él en un propósito irrenunciable. Empezó a prepararse mucho antes de presentarse como postulante ante organismos encargados de integrar las entidades a las cuales aspiraba pertenecer.

 La dinámica político electoral le apasionaba. Se consideraba provisto del perfil para arbitrar procesos delicados como aquellos en que se disputa el control de los Estados. Tenía formación profesional y el dominio de las reglas visibles y ocultas de la política y, sobre todo, de esas especiales características que le acompañan en sociedades como la suya.

 En principio, quiso abordar la temática política desde la perspectiva de la militancia partidaria. Se incorporó a la organización que consideraba mejor resumía el ideario que concebía para contribuir a edificar una nación más justa y de mayor desarrollo democrático.

 La realidad le resultó distinta a lo que suponía. La ruta tomada por su hogar político terminó convirtiéndose en algo incompatible con sus ideas y no le quedó más alternativa que marcar distancia. Ahí surgió su decisión de insertarse en un organismo electoral.

 Su primer intento fue una fuente de frustración. Al salir de la evaluación, medios de comunicación le cuestionaron sobre la experiencia y dijo que había transcurrido dentro de cánones democráticos, pero había que esperar idénticos mecanismos de elección. Fue descartado.

 Su persistencia lo condujo al segundo intento. Preparó una presentación que resultó ser bien ponderada y todo parecía apuntar a que sería favorecido. Según supo luego, determinados acuerdos le perjudicaron y quedó fuera.

 El caballero no se rendía. Menos de un año después lo intentó de nuevo. Esta fue definitiva. La reacción positiva ante su evaluación pública fue unánime. Los comentarios que recibía giraban en torno a que su no elección constituiría una injusticia. Grande fue su alegría aquella noche en que su nombre figuraba en los integrantes del organismo.

 Menos de cuatro meses después, le correspondió su primera experiencia de observación en certamen de un  convulso país centroamericano. Los días previos tuvo  activa participación en las tareas de preparación de los trabajos.

 El día D se levantó de madrugada. Se integró al grupo al que pertenecía. A las seis de la mañana partieron a tomar notas del curso del proceso. Llegaron a un recinto donde se percibía ambiente caldeado. Le correspondió el colegio donde el tono de la discusión era más agresivo. Segundos después de entrar se escuchó la detonación. El disparo le impactó en el centro de su frente.