Tensión
La tensión vuelve a incrementarse en Venezuela con la intención del Gobierno de no permitir la celebración del referendo revocatorio y la movilización que tiene la oposición programada para mañana miércoles en demanda de que se acelere el proceso.
Como anticipo para justificar la represión del movimiento el Gobierno ha impuesto el estado de excepción y amenazado con suspender las garantías constitucionales.
Otra señal de su determinación de enfrentar las protestas la representa la orden del presidente Nicolás Maduro de que se ocupen las fábricas que estén paralizadas y se aprese a los propietarios.
Mientras el líder opositor Henrique Capriles desafía al Gobierno con la convocatoria de la manifestación, el vicepresidente de la nación, Aristóbulo Istúriz, advirtió que a Maduro no lo sacarán del poder ni con referéndum ni con nada.
De hecho, todavía los trámites para el proceso están estancados. Con el tenso pulso entre el Gobierno y la oposición puede decirse que en la patria del libertador Simón Bolívar la suerte está echada.