El periodista
Al celebrarse hoy el Día del Periodista la gran interrogante que se plantea es si los profesionales de la comunicación tienen motivos para congratularse en esta fecha.

Si el oficio se mide por el bienestar material, la realidad es que muchos de los periodistas nunca habían vivido con tanta comodidad como en estos tiempos. Pero tampoco con tanta seguridad física para ejercer la libertad de expresión.

Sin embargo, el oficio jamás había sido tan cuestionado bajo el alegato de servir más a intereses espurios que a su compromiso con la ética, la verdad y la objetividad.

Es penoso reconocer que la condición de periodista se ha degradado tanto que para poseerla basta con trabajar en algún medio escrito, radial o televisado.

Al percibirse que cualquiera es periodista por el divorcio de estos profesionales con la deontología y el conocimiento, fechas como la de hoy son para reflexionar.