Orlando Gómez Torres
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De manera persistente todos los partidos políticos en República Dominicana incluyen en sus propuestas el apoyo al sector agrícola como parte de sus ejes centrales, el hecho de que dicho apoyo sea una constante como propuesta y no como una realidad debería preocuparnos. Hoy propongo el relanzamiento de las bolsas de productos como enfoque para relanzar la producción agrícola en nuestro país.
Hoy las bolsas de productos, o bueno, la Bolsa Agroempresarial de la República Dominicana que es la única bolsa de productos que opera en nuestro país, son las cenicientas de los mercados financieros regulados del país. Para una nación que persiste en mantener la agricultura como uno de sus pilares económicos esto debería ser inaceptable.
Una bolsa de productos es indispensable para que los productores puedan transparentar sus precios de venta, garanticen esas ventas, tengan acceso a liquidez y puedan acceder con mayor facilidad al crédito formal. Pero esto no se logra con subastas presenciales esporádicas, sino con una verdadera bolsa de productos con contratos de forwards de venta esos productos transados diariamente.
La venta de forwards implica vender hoy una producción que estaría lista para ser entregada en el futuro, fijando la cantidad a ser vendida, el lugar donde sería entregada y la fecha en que se estaría realizando la entrega todo fijado de manera contractual, pudiendo dicho contrato ser negociado abiertamente en el mercado entre las entidades que demanden ese producto.
En una bolsa de productos, dichos productos deben fungir como los activos subyacentes a los contratos que se transan, y estos últimos el activo financiero que atraiga la liquidez que poseen los participantes del sector bancario y financiero, gracias a la formalidad y flexibilidad de negociación que transar por una bolsa de productos permite.
La estructura contractual alrededor de la ejecución de los contratos transados en una bolsa de productos adicionalmente crea toda una logística formal como plataforma de negociación de los productos agrícolas, lo que adicionalmente sirve para incentivar la formalización del sector para pequeños y medianos productores para beneficio del Estado.
Esto no solo implica modernizar la negociación de los productos agrícolas en nuestro país, permitiendo a los que demandan de los mismos organizarse y manejar sus inventarios a futuro conociendo abiertamente los precios con antelación al momento de sus ventas.
Esto también le brinda acceso a los productores a una fuente de liquidez, cuya falta de acceso suele ser el punto que define si estas sobreviven o quiebran para la siguiente producción.
La figura ya existe, lo importante es relanzar y replantear como vemos esta intermediación para que las partes con interés entiendan y usen a su favor la figura.
