Por: Orlando Gómez Torres

El Estado dominicano ya inició los preparativos para la celebración del X Censo Nacional de Población y Vivienda, originalmente pautado para el 2020 pero que fue postergado por la pandemia. Ese censo es una oportunidad para relanzar a la Oficina Nacional de Estadísticas para llevarla más a lo que la ley que le creó aspiraba y convertirla en una de las principales herramientas para la toma de decisiones del Estado.

La ley que crea la Oficina Nacional de Estadística (ONE) es, curiosamente, muy buena estableciendo el alcance, capacidades y atribuciones para lo que debe ser esa institución para el Estado y la sociedad moderna, lo que es impresionante para una ley de 1959. Lamentablemente, salvo en contados gobiernos, esta entidad tiende a ser una cenicienta en el Presupuesto y no es capaz de lograr ni sombra de lo que su propia ley le exige.
Aprovechando el mandato legal de realizar el censo cuanto antes y la inyección presupuestaria que debe recibir esa entidad para llevarlo acabo, el Estado puede disparar hacia la Luna respecto a la recabación de estadísticas económicas, financieras, sociales, habitacionales, medioambientales, asistencia social, agropecuarias, comercio exterior, telecomunicaciones, electricidad, etc.
Amparada en el mandato legal que le establece su propia ley, la ONE puede ir más allá de lo que actualmente realiza el Banco Central y centralizar datos y estadísticas de todo tipo de actividades en el territorio nacional, así como reordenar la recabación periódica de las mismas en las provincias y municipios, así como de todas las entidades públicas y privadas.
Adicionalmente la ONE puede servir de habilitadora y divulgadora de los estudios y ensayos académicos que las universidades e investigadores nacionales desarrollen, pudiendo establecer alianzas estratégicas con estos a los fines de garantizar la publicación periódica de este tipo de trabajos de forma gratuita para poder mejor documentar el proceso de toma de decisiones del Estado con estudios y análisis de corte científico, así como crear un espacio interactivo de análisis de datos que esta recabe auxiliándose de los mismos usuarios pudiendo utilizar el modelo wiki como referencia.
Un modelo obvio a seguir es el Federal Reserve Economic Data (FRED) que lleva el Banco de la Reserva Federal de San Luis en los Estados Unidos. Este fue formalmente creado en 1991 y hoy es uno de los centros de generación y análisis de datos más importantes del planeta sirviendo de referencia a miles de estudios y análisis económicos y sociales para la academia en todo el mundo.

La República Dominicana para seguir avanzando como país necesita información y datos creíbles que puedan guiar el proceso de toma de decisiones colectivas e individuales. La ONE ya tiene un mandato legal de proveerlo, es tiempo de que el Estado le de la fuerza presupuestaria y de voluntad que este requiere para ser mucho, mucho más de lo que es ahora.

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