Las protestas y el rechazo del Colegio Médico Dominicano (CMD) y representantes del sector salud a la sentencia que condenó al hospital Ney Arias Lora a indemnizar a un paciente por mala práctica médica son cuestionables.

Lejos de reflexionar sobre el ejercicio de la medicina y la seguridad de los pacientes, el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Mario Lama, advirtió que el fallo creaba un “peligroso precedente”.

Si bien calificó la sentencia de preocupante, delicada y digna de análisis, el CMD convocó a una protesta frente a la sede de la Suprema Corte de Justicia contra la decisión que favoreció al paciente Félix Juan Encarnación.

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Este demandó al centro al ser víctima de una infección causada por una bacteria que obligó a amputarle una pierna en 2018. El caso ha provocado tal pánico que el presidente de la Asociación de Clínicas Privadas (Andeclip), Rafael Mena, afirmó que la decisión oculta intereses políticos que buscan la desaparición de los centros privados. Pero el derecho de los pacientes a que médicos y centros públicos y privados garanticen su salud, que es lo que está en juego, ha quedado relegado a un segundo plano.

Esa sentencia es un triunfo del derecho a la salud de las personas y un despertar frente a las malas prácticas de que suelen ser víctimas sin la menor consecuencia. En la oposición al fallo se ha ignorado la pierna que perdió Encarnación por la infección causada por la bacteria en el Ney Arias Lora.