Al margen de las interrogantes, la Cancillería emitió, tal y como lo demandan las circunstancias, una nota de protesta sobre la “inaceptable” incursión de policías haitianos armados al territorio dominicano para despojar de mercancías a compatriotas suyos que las habían adquirido en el mercado de Dajabón.

Durante los incidentes los agentes también agredieron a comerciantes dominicanos que cuestionaron su comportamiento.

El suceso, que el presidente Abinader definió como una provocación, pero que en realidad se trató de una agresión, es muy grave para dejarlo pasar como un caso pasajero, sin mayor trascendencia.

Dando por descontado que se trató de una agresión a la soberanía nacional, el ministro Roberto Álvarez debe, además de la nota ante las autoridades haitianas, poner el caso en conocimiento de la OEA y de otros organismos.