No se sabe si ha sido un triunfo de la diplomacia o resultado de la crisis que sacude a Haití desde antes del magnicidio del presidente Jovenel Moïse, pero contribuye a bajar las tensiones que la nación paralizara la polémica construcción de un dique sobre el río Masacre.

Al dar la información el canciller Roberto Álvarez no ofreció mayores detalles acerca de la paralización de una obra cuya construcción exacerbó las relaciones entre los dos países.

El finado presidente Moïse y el canciller Claude Joseph defendían el canal bajo el alegato de que no violaba acuerdo alguno, en tanto el Gobierno insistía en que cualquier obra que vinculara a las dos naciones tenía que ser consensuada.

Advertía, además, que las poblaciones fronterizas sufrirían las consecuencias de inundaciones de eventuales desbordamientos del canal. La suspensión del dique ha sido una buena decisión.